Tributo a Cervantes y Teresa de Ávila: integración de las artes en el Casals
Por Coral N. Negrón Almodóvar/ @coral_negron
El Festival Casals celebró el viernes, 4 de marzo, un concierto auténtico y multimediático que rindió tributo a los insignes escritores Miguel de Cervantes Saavedra y Santa Teresa de Ávila.
Con el maestro español Víctor Pablo Pérez a la batuta de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, el talento local demostró su capacidad de invención y utilización de recursos variados para la complacencia del público.
Fue la compañía teatral Y no había luz la que se sumó a la voz del barítono Ricardo Rivera-Soto; la soprano Meechot Marrero; el tenor José Daniel Mojica; y una versión minúscula del conjunto sinfónico para darle vida a la ópera para marionetas en un acto: “El retablo de Maese Pedro”, musicalizada por Manuel de Falla.
En la misma, el escenario del Teatro de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, se transformó en unidad artística; se fusionaron música, poesía, teatro, ópera y diversas artes plásticas. Una decena de títeres y tres cabezudos dieron vida a los personajes de este acto inspirado en los capítulos 25 y 26 del texto “Don Quijote de la Mancha”.
La partitura inició con el pregón y prosiguió con seis escenas en las que Rivera-Soto (voz de don Quijote); Marrero (Trujamán); y Mojica (Maese Pedro) demostraron su capacidad para interpretar la compleja obra musical. Su proyección, al igual que la de los actores disfrazados y titiriteros, fue clave para concebir los sucesos ya que la acústica del teatro no favoreció la rapidez de la trama. El juego de luces de Rhett Lee acentúo las emociones y transiciones.
La introducción del espectáculo, protagonizada por la catedrática en literatura Luce López Baralt, también contribuyó al entendimiento. La doctora especificó que el eje principal del montaje era la denuncia de Sancho Panza y don Quijote a una versión falsa de la segunda parte del libro. Esta se titula “el Quijote apócrifo o el Quijote de Avellanada”.
Seguidamente, la intelectual convocó al público a reflexionar sobre lo que consideramos “realidad”. Recalcó que, aunque don Quijote es considerado como un “ser ficticio”, 400 años después resuena en nuestra cotidianidad. “No morirá”, puntualizó desde su silla de ruedas.
De manera similar, pero elogiando otras cualidades, se expresó López Baralt en la introducción del concierto. De la cantata a Santa Teresa de Jesús, inspirada en los versos del poema “Muero porque no muero”, resaltó la espiritualidad de la obra. “Es un arte como rezar”, enunció antes que Marrero entonara los versos con su potente instrumento vocal. La Coral Lírica de Puerto Rico, dirigida por JoAnne Herrero, tomó parte en esta pieza y logró sobresaltar a los espectadores.
El repertorio del quinto concierto de este sexto aniversario del Festival Casals incluyó, además, las tres canciones que componen “Don Quichotte à Dulcinée”, del compositor francés Joseph Maurice Ravel. Rivera-Soto las interpretó con su cálida y expresiva voz.
El homenaje a estas prominentes figuras literarias fue transmitido en vivo por el canal de la Corporación de Puerto Rico para la Difusión Pública (6) y la estación radial Radio Allegro.
Fotos de Gustavo Ramos
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