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¿Hacia dónde se dirige nuestra economía?

Por: Paloma M. González Sánchez

En semanas recientes, el Consejo para la Investigación Comunitaria y Económica (C2ER), principal herramienta estadounidense para comparar el costo de vida, notificó que el área metropolitana de la Isla, que comprende San Juan y la mitad del noreste de Puerto Rico, es un 13% más costoso que en zonas similares en Estados Unidos.

Para analizar la situación actual del país, que enfrenta grandes problemas económicos y de ética gubernamental, debe mirarse la historia política de nuestro pueblo según contextualizó el profesor, Argeo Quiñones Pérez, catedrático en el Departamento de Economía de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Rio Piedras.

“Los errores fundamentales en cuanto a nuestro sistema económico aquí en Puerto Rico, hay que buscarlos en los fundamentos, en las bases de eso que llamamos operación Manos a la Obra, que desde finales de los 40 se presentó como la estrategia para desarrollar el país. Basada en la industrialización y exportación. Tenemos que ver entonces lo que llamamos desarrollo económico, una disciplina relativamente nueva de la post guerra”, expresó.

Este proyecto de industrialización se basaba en la idea de que la Isla se encontraba sobrepoblada y no era posible que fuera sostenida por el sector agrícola. Con esto en mente, el gobierno de Luis Muñoz Marín patrocinó el plan de establecimiento de fábricas estadounidenses en Puerto Rico.

“Es decir, que uno de los errores fundamentales que nosotros cometimos fue el abandono de un sector que estratégicamente es bien importante. Estamos hablando de la capacidad para alimentar un país, también estamos hablando de un sector económico que genera actividad, genera empleos, ingresos y que tiene mucho potencial, lo cual es bien importante porque aporta al bienestar del ser humano” recalcó el economista refiriéndose al sector agrícola.

El economista enfatizó que desde el arranque de la operación Manos a la Obra, se creó cierta imagen de dependencia en Puerto Rico. También indicó que otro grave error es que en la Isla ha predominado una política de mantener bajos salarios en general. “Lo cual es contrario a la idea del desarrollo económico”, señaló.

El especialista explica que para ir a la par con el desarrollo económico, el salario de los trabajadores debe elevarse, así de esta manera se eleva el ingreso de la población en general. También mencionó que cónsono con el salario estancado hay una política verdaderamente antisindical, y que a consecuencia, se tiene uno de los coeficientes de desigualdad más altos del hemisferio.

Según el Coeficiente Gini, índice que mide la brecha de desigualdad económica, en 2010 el país con mayor distancia entre ricos y pobres era Puerto Rico con un coeficiente de 0,537; seguido del Distrito de Columbia con 0,532 y el estado de Nueva York con 0,499.

Por otra parte, explica Quiñones Pérez, que hay un problema enorme de fuga de ganancia todos los años y que esto provee un país donde el 45% de la población vive bajo los niveles de pobreza, con una elevadísima taza de dependencia de los fondos federales, y una enorme economía informal que permea por todas partes.

El catedrático expresó sobre la reforma contributiva que, “sabemos que hay un nivel altísimo de evasión contributiva, hay mucho fraude contributivo, mucha actividad que no está siendo registrada por el Departamento de Hacienda y eso todo el mundo lo sabe. Se pueden inventar la mejor reforma contributiva, pero si no existe la dedicación necesaria, y que todo el mundo responda a su responsabilidad contributiva, este sistema no va a obtener los beneficios esperados”.

El catedrático indicó que Puerto Rico no sólo se está viendo afectado por la evasión contributiva, sino por los “parchos” que el sistema utiliza para eliminar su deuda.

Sobre el Proyecto de Ley 2212, mejor conocido como “La crudita”, el economista expresó que, “la crudita tiene una contradicción, el consumo de gasolina en Puerto Rico entre octubre de 2013 y octubre de 2014 se redujo en 12%, así que se pondrá un arbitrio sobre el consumo de un producto que está disminuyendo. El consumo del petróleo y sus derivados está directamente involucrado a la actividad económica. Y aquí el nivel de actividad económica está contrayéndose.”

También destacó la importancia de que el gobierno haga un manejo estricto sobre los fondos públicos y se haga un ejercicio consciente más riguroso del manejo de dichos fondos.

“El gobierno tiene una serie de problemas por la falta de planificación estratégica, no solamente con los presupuestos y el uso de los fondos públicos, sino en términos de una visión para el desarrollo del país. Aquí no hay dirección futura, aquí no se sabe lo que va a ocurrir a medio plazo, aunque a corto plazo si podemos ver que nos estamos dirigiendo hacia el ‘default’ ”.

Quiñones Pérez, entiende que para atacar la deuda, el gobierno debe de tomar en cuenta una restructuración real.

“Aquí hay que reactivar la economía, tiene que crecer con equidad. Porque el problema de desigualdad aquí en la Isla es muy, muy grande. Todas esas leyes de exenciones contributivas hay que revisarlas. Hay que condicionar cada vez que uno le dice a una empresa ‘te voy a dar una exención contributiva’; tiene que ser a cambio de unos bienes económicos, de empleos, de ingresos de adiestramiento de la fuerza laboral, de conservación ambiental, de compras que hagan directamente en Puerto Rico. Que cada dólar que se le dé como incentivo económico, se condicione a unos objetivos económicos. Incentivos económicos que se tienen que medir. Y si la empresa no los cubre, quitarle los incentivos. Aquí no hacen eso, aquí le dan todo tipo de incentivos a cambio de nada…Si yo como Estado, doy unos incentivos, es para que me permita recuperar esos incentivos y me proporcione algo más.”

En sus proyecciones sobre lo que le ocurrirá a la economía de Puerto Rico en el 2015, destacó tres. Mencionó cómo el costo de financiamiento seguirá aumentando, es decir, el presupuesto destinado al pago de la deuda pública seguirá creciendo. De la misma manera, que la economía continuará contrayéndose y la capacidad de recaudar fondos por parte del Departamento de Hacienda seguirá muy limitada. También explicó que si el gobierno sigue por el camino en que va, se verá obligado a privatizar sectores.

“Nos estamos acercando peligrosamente a lo que se le conoce como crédito chatarra y Puerto Rico va a tener una enorme dificultad para cumplir con sus obligaciones crediticias”. Insistió Quiñones Pérez.

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