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El país rinde tributo a dos grandes de la UPR

Por: Rebeca Agosto Rosa y Gabriela Saker Jiménez

Académicos, políticos, juristas y servidores públicos puertorriqueños se unieron al pesar provocado por la partida durante el receso navideño de los catedráticos del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR-RP) Efraín González Tejera y Hermenegildo “Mereyo” Ortiz Quiñones, haciendo eco de su legado y labor titánica.

Efraín González Tejera (1929-2014), quien falleció a los 85 años, dedicó más de dos décadas de servicio a la universidad como profesor de la Escuela de Derecho y Rector del Recinto de Río Piedras entre 1993 y 1998. Además, fue fundador de la Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia y Legislación, que tiene sede en la Escuela de Derecho de la UPR. Tras retirarse, la Junta de Síndicos le otorgó la distinción de profesor emérito.

“González Tejera fue uno de los más distinguidos miembros de la UPR. Ejemplo de universitario por su compromiso y dedicación. En su cátedra se distinguió por su pericia, veteranía y su calidad humana”, expresó el Rector Carlos Severino Valdez. “Es una gran pérdida para nuestra institución y para el país, perdemos a un colaborador incansable y amante de la Universidad”.

Más allá de los pasillos de la UPR, el reconocido jurista también fue colaborador, asesor y dirigente de varias juntas y comités del gobierno y la Rama Legislativa, como la Junta y el Comité de Educación Jurídica Continua. La juez presidente del Tribunal Supremo de Puerto Rico y el presidente del Colegio de Abogados estuvieron entre quienes lamentaron el fallecimiento del profesor emérito de la UPR.

“González Tejera fue un gran amigo de la rama judicial, siempre dispuesto a contribuir con su conocimiento y experiencia a las encomiendas de nuestro Tribunal Supremo”, resaltó la juez presidente Liana Fiol Matta. “La sociedad puertorriqueña y la academia pierden a un gran intelectual y ciudadano comprometido con el mejoramiento del derecho puertorriqueño para el mayor beneficio del País y su gente. Estoy convencida que su legado continuará inspirando nuestro quehacer jurídico y que el Profesor González Tejera nos acompañará por siempre”, expresó en un comunicado de prensa.

Según Mark Anthony Bimbela, presidente del Colegio de Abogados, “la influencia de González Tejera no solo se limitó a la academia y al estudio del Derecho, sino que se mantuvo aportando su conocimiento y experiencia a nuestra centenaria institución. En otras faenas, como miembro de la Comisión de Evaluación de Nombramientos Judiciales, fue un estricto y serio evaluador, consiente de la delicada encomienda que le era confiada, y del servicio intrínseco que se le estaba dando al pueblo de Puerto Rico mediante la misma”.

Por su parte, la prolífera trayectoria del planificador y profesor Hermenegildo Ortiz Quiñones (1931-2015) dejó huellas en la ciudad, en la academia, en la gente. “Mereyo”, como cariñosamente lo conocían, fue un servidor público con todas las letras.

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Dr. Hermenegildo Ortiz. Foto diariovegabajeño.com.

“Mereyo pertenece a una generación que convirtió el servicio público en un apostolado”, dijo el analista político e historiador Néstor Duprey. “Se puede servir a Puerto Rico sin que se nos marchite el alma y teniendo los valores y la conciencia donde van y no donde le conviene al bolsillo. Mereyo fue de esos funcionarios que salió como entró al servicio público”, afirmó.

El gobierno rindió tributo al admirado planificador decretando un día de duelo en el país y colocando las banderas oficiales a media asta. “Es menester reconocer la labor y el legado de Don Hermenegildo “Mereyo” Ortiz, quien dedicó su vida a servirle a nuestro pueblo. Un hombre íntegro y de reputación intachable que será siempre recordado”, indicó el Secretario de Estado, David Bernier Rivera.

Ortiz Quiñones se destacó como Secretario del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) por su defensa del transporte colectivo y del fortalecimiento de la vida urbana del país. En palabras del planificador, “la ciudad habitable es la ciudad que se camina, en la que las gentes se vinculan socialmente y en la que la total interrelación produce una gran calidad de vida… Sin embargo, ¿es fácil caminar en este barrio y acceder a estas facilidades, o ¿tenemos que luchar con los autos para que no nos aplasten, con el sol para que no nos derrita y con los pillos para que no nos roben?”, planteó alguna vez mientras dirigía la Junta de Planificación (JP).

Según la presidenta de la Sociedad de Planificación, Martha Quiñones Domínguez, Ortiz Quiñones “nos deja un ejemplo a seguir, un gran reto y mucho taller por delante. Echaremos de menos a Mereyo, pero también sabemos que estará con nosotros en la lucha que continúa y se intensifica, por el Puerto Rico que nos enseñó a soñar, visionar y planificar”.

Ortiz Quiñones también dejó un gran legado al Recinto de Río Piedras. El elogiado educador fue miembro fundador y director de la Escuela de Planificación. Además, se desempeñó como Decano de Estudiantes. “Lo recordamos como una persona visionaria, honesta y ejemplo de un servidor público de excelencia”, afirmó el rector del Recinto, Carlos Severino Valdez, quien anunció que una vez reinicien las labores académicas, se le rendirá un homenaje.

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