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Jerezana recibe medalla de la NASA

Por: Rebeca Agosto Rosa

El 2014 fue un año de triunfos para la puertorriqueña Julie Ann Rivera Pérez, quien recibió una medalla de honor de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés) y fue seleccionada para participar de un programa de liderazgo muy competitivo en la agencia.

Rivera Pérez obtuvo la medalla de igualdad de empleo de la NASA por promover la diversidad, inclusión e igualdad de oportunidades para la comunidad hispana a través de sus iniciativas como presidenta del Hispanic Advisory Committee for Employees (HACE) por los pasados dos años. Además, su liderazgo y desempeño en el trabajo le valieron una de las codiciadas plazas en el NASA FIRST Program, cuyo objetivo es identificar y adiestrar a los futuros líderes de la agencia.

2014AgencyAward2“Estoy sumamente feliz. Ha valido la pena todo el sacrificio y el empeño que le he puesto a este trabajo”, expresó la oficial de contrataciones del proyecto del satélite GOES-R en el Goddard Space Flight Center (GSFC), quien comenzó a trabajar en la NASA tras graduarse en el año 2010 del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR-RP) con una doble concentración en Recursos Humanos y Mercadeo.

“Me encanta mi trabajo”, indicó la oficial, quien luego de la jornada laboral y las reuniones de HACE disfruta de cantar, bailar y actuar en el Club de Música y Drama del centro aeroespacial Goddard.

Rivera Pérez destacó el ambiente diverso e inclusivo tanto en términos raciales como de género de la agencia, que fue elegida como el lugar número uno para trabajar en el gobierno federal por segundo año consecutivo. “Nosotros creemos que en la diversidad es en donde existe la innovación, el desarrollo de ideas”, explicó quien fuera reconocida por la iniciativa Women@NASA en el año 2013.

De la UPR-RP a la NASA

La egresada de la Facultad de Administración de Empresas (FAE) es una de varios exalumnos de la UPR-RP que trabajan actualmente en la NASA. Como estudiante de Recursos Humanos y Mercadeo, Rivera Pérez nunca imaginó que trabajaría para la agencia aeroespacial. Pero como otros gallitos y jerezanas, dio sus primeros pasos en la agencia a través de programas de internado.

La expresidenta de la National Society of Collegiate Scholars (NSCS) estaba en medio de un ensayo del coro del Recinto cuando un amigo le informó que la NASA estaba reclutando estudiantes de la FAE para un internado. La estudiante salió corriendo del salón para imprimir su resumé y apuntarse en las entrevistas, haciendo el último turno. En enero de 2009 realizó su internado y tras graduarse en el 2010 recibió una plaza.

Rivera Pérez recordó su primera experiencia de trabajo como asistente de investigación y resaltó que los profesores marcaron la diferencia en su formación. “Tuve unos profesores excelentes en la FAE, y cada uno de cierta manera sembró su semilla en mí, cada uno me enseñó diferentes cosas que hoy me ayudan como profesional”, señaló.

La exalumna todavía mantiene un lazo con la facultad, informando al proyecto ENLACE de oportunidades de empleo e internado en la NASA para los estudiantes.

“Te mentiría si te digo que todo ha sido fácil”

Sin embargo, la trayectoria estelar de esta jerezana en la NASA no ha estado exenta de desafíos. “En el ámbito laboral siempre hay retos, esa es la forma en que uno aprende de otras personas y del mismo trabajo. Pero para mí el reto más grande ha sido mi salud”, relató la joven, quien tras mudarse a los Estados Unidos fue diagnosticada con neutropenia crónica y síndrome de Ehlers-Danlos (SED). Ambas condiciones son incurables.

La neutropenia la vuelve más susceptible a contraer infecciones, mientras que el SED puede afectar el tejido conectivo de su cuerpo, la elasticidad de la piel, los vasos sanguíneos y los órganos internos, según la página cibernética Medline Plus, de la agencia Institutos Nacionales de la Salud (NIH por sus siglas en inglés).

“Uno siempre, ser humano al fin, quiere estar en control” de su vida, expresó. “Eso para mí ha sido verdaderamente el reto más grande: cómo lidiar con mi carrera y mi éxito profesional y manejar estas enfermedades. Pero lo positivo es que me mantiene con los pies en el suelo”, dijo la joven. Luego, con su habitual optimismo añadió: “¡gracias a Dios por los telework agreements y la flexibilidad que existe aquí en el trabajo!”

El apoyo de sus padres, familiares y compañeros de trabajo le ha ayudado a mantenerse firme. En momentos particularmente duros, la joven recuerda este refrán de su padre: “el camino es la meta, caminar es llegar. Entrégate totalmente a lo que haces. Se lo que eres y haz bien lo que haces con toda tu mente y corazón, gózalo”.

A pesar de lo difícil de su situación, Julie Ann espera que otros estudiantes encuentren algún tipo de fuerza a través de su historia, “que sepan que su historia también puede inspirar y ayudar a alguien más que esté pasando por un momento difícil. Todo el mundo tiene adentro de su corazón la fuerza de hacer a otro ser humano sentirse bien”, concluyó.

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