
Mujeres empresarias narran sus historias
Por: Gabriela Saker Jiménez

“El sistema universitario está haciendo una muy buena labor graduando empleados, no empresarios”, puntualizó la joven empresaria Sofía Stolberg. Su señalamiento al rol que desempeña actualmente la Academia en el impulso empresarial al País, provocó los aplausos y vítores de una audiencia compuesta por profesores, estudiantes y público general.
Para avivar el carácter emprendedor del estudiantado, y así quebrar la noción de que un estudiante graduado salta inevitablemente hacia un cubículo para ejercer como empleado, el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico abrió sus puertas el pasado miércoles, 11 de febrero, el foro Rompiendo esquemas: Mujeres empresarias puertorriqueñas.
Stolberg, graduada de la Universidad de Columbia y de London School of Economics, exhortó a que por la experiencia empresarial debería integrarse al currículo, por ejemplo, haciendo que estudiantes desde su primer año conceptualicen una empresa que podría funcionar desde su disciplina de estudio. Además, propuso que se llevaran más empresarios exitosos a la Universidad y que se fortaleciera la patentización del producto intelectual del Recinto.
La presidenta electa del Colegio de Contadores Públicos de Puerto Rico, Zulmarie Urrutia Vélez, coincidió en que la UPR debe ser “un tanque de ideas” e inculcar al estudiantado la valentía para crear sus propios proyectos. La exprofesora de la Facultad de Administración de Empresas defendió que no debe salir un solo estudiante de dicha Facultad sin haber conceptualizado un modelo de negocio viable.
Stolberg y Urrutia Vélez fueron dos de las cuatro empresarias que narraron sus caminos profesionales desde el escenario del Aula Magna de la Escuela de Derecho. En momentos en que el País se suma al debate sobre la perspectiva de género, el colectivo de Iniciativas de Investigación y Actividad Creativa Subgraduadas (iINAS) le cedió el lugar a mujeres del mundo empresarial.
Stolberg es la co-fundadora de Piloto 151, una plataforma de crecimiento para emprendedores puertorriqueños. La joven empresaria busca construir historias de éxito empresarial desde un marco global. “Para tener una empresa que escale a nivel local e internacional, uno tiene que identificar una oportunidad en el mercado. Tiene que ser una necesidad. Si no, no es un buen negocio, no va a tener mucho crecimiento”, aconsejó.

Con una visión distinta, la presidenta de Microfinanzas Puerto Rico, Annette Montoto, se ha dedicado a microempresarios de escasos recursos, con una actividad productiva personal. “Su meta puede ser sencillamente que su hijo vaya a la Universidad”, compartió la empresaria.
Todas las empresarias coincidieron en que dentro del camino empresarial, existen muchas oportunidades que van engranando el rumbo. Cuando Annette Montoto se graduó de la Universidad, entró directamente a la banca comercial. Fue cuando saltó a trabajar en el Gobierno, como presidenta del Banco de Desarrollo Económico, que se insertó en una cara de Puerto Rico hasta entonces desconocida para ella. Se topó con la agricultura y las necesidades de microempresarios.
Fue así que terminó emprendiendo desde Microfinanzas Puerto Rico y ahora ocupa el puesto de su presidenta ejecutiva. La institución obtuvo en el 2014 el Premio a la Institución de Microfinanzas del Año, otorgado por la Fundación CITI, brazo filantrópico de un proyecto establecido en el 2004 por la Organización de Naciones Unidas.
“Financiamos a microempresarios de bajos recursos que están excluidos de la banca tradicional por no tener experiencia de crédito”, compartió. Dentro de la metodología que utilizan, no requieren la formalidad financiera, pues solo buscan un perfil de cliente con alguna actividad productiva existente. Considera que de esa noción microempresarial, se aporta a la construcción de econistema económicos entrelazados, en que se beneficien mutuamente.
Una empresaria que recorrió distintos saberes es Wanda Otero, presidenta y accionista de Quesos Vaca Negra. Posee un bachillerato en Tecnología y Salud Animal del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR, y entró en contacto con las vaquerías. Admite haberse fascinado con la producción de leche de calidad, y fundó un laboratorio pequeño especializado en certificar la calidad de leche.
Cuando irrumpió la crisis económica en el País, y los ganaderos se endeudaron, Otero ingenió para que se le pagara la deuda con leche. Mediante este trueque, surgió su empresa. Indagó en la producción de quesos, y ahora dirige Quesos Vaca Negra, producto local con cinco variedades de queso.
La empresaria se ha topado con los mismos obstáculos que enfrenta cualquier productor local. Propuso que los supermercados y distribuidores recibieran algún crédito contributivo por patrocinar productos locales para aliviar la ventaja competitiva en términos de precio que poseen los productos importados.
Entre otros consejos a jóvenes empresarios, Stolberg mencionó que el fracaso no se debe tomar como una caída sino como un proceso de aprendizaje natural. Por eso, creó Fuckup Nights, un programa de Piloto 151 orientaado a juntar empresarios exitosos para hablar sobre los fracasos que han servido de motivación para grandes triunfos.
Además, habló de la importancia de que siempre se devuelva al ecosistema empresarial del que uno despega. En Codetrotters, ofrece oportunidades de internados e intercambios a nivel global para jóvenes de la programación. “El futuro y las oportunidades están en el área de tecnología”, afirmó.
La actividad la cerró la ingeniera Ingrid Vila Biaggi con un llamado a que se reconozca la labor de la mujer en el desarrollo económico de Puerto Rico. “Los retos no necesitan fuerza bruta. Necesitan de fortaleza que emana de a capacidad de escuchar, de crear consensos y alianzas, de la compasión, de la creatividad y de buscar soluciones y salidas sustentables a largo plazo”, enunció la exsecretaria de Gobernación.
Etiqueta:mujeres empresarias, uprrp