
Analizan los aportes del movimiento Rastafari en la política de Jamaica
Por: Tania G. Díaz Camacho
El aporte más significativo dentro del movimiento Rastafari fue el recordarle a la comunidad jamaiquina el orgullo por sus raíces africanas. Así lo expresó la Dra. Anita Waters en la conferencia “ Full circle: The enduring power of Rastafari in Jamaican political culture”, ofrecida por el Departamento de Inglés de la Universidad de Puerto Rico, recinto Río Piedras.

La catedrática del Denison University en Ohio narró que este sector, que representaba un 3% de la población, logró hacer cambios sustanciosos en la política poscolonial de Jamaica, cuyos sectores más empobrecidos habían quedado marginados por el poder del Estado. Otro reto que tuvo que enfrentar el movimiento rastafari fue la crisis de identidad en su país durante la transición a la poscolonialidad.
“Las personas estaban en negación de sus raíces negras, ellos querían ser ingleses, querían que todo fuera inglés, querían el pelo liso y usar ropa que se usaba en Inglaterra, pero en Jamaica, pienso que los rasta ayudaron a los jamaiquinos a llegar a término con su herencia africana”, declaró Waters.
También destacó que la concepción sobre la política en Jamaica era definida por los Rastafaris como el arte de la decepción, el engaño y la manipulación, utilizadas por la elite política para mantener su poder.
A raíz del inconformismo, “los rastas no sólo se negaban a votar, también a menudo, se expresaban en contra de todos los procesos y líderes políticos”, explicó Waters.
Los rastafaris socavaron la identidad jamaiquina y encontraron en ella su africanidad y la fuerza para continuar una lucha social. Sam Brown fue el primer Rastafari en postularse a las elecciones, y aunque no fue electo, su participación hizo visible al movimiento en el marco político. Brown abogó por la dignidad y los derechos de la población negra, creando un partido político basado en la filosofía Rastafari.
Los esfuerzos de Brown marcaron la apertura a otros agentes sociales que incursionaron en el terreno político, entre ellos, Portia Simpson-Miller, quien residía en una de las comunidades más pobres de la isla. La líder política corrió en las elecciones de 1976 y construyó una trayectoria de lucha, que la llevó a ser la actual presidenta del Partido Nacional del Pueblo y Primera Ministro de Jamaica.
En el desarrollo de una conciencia social emergente, el reggae fue otro factor importante para la toma de conciencia sobre las problemáticas sociales en Jamaica. “Es emocionante el poder escuchar la música y aprender sobre la sociedad por medio de ella”, sostuvo.
El reggae fue uno de los componentes con mayor peso dentro y fuera del movimiento, que ha trascendido el tiempo y los espacios, llevando la historia y el sentimiento de una sociedad que reafirma su descendencia africana.
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