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La Facultad de Educación de la UPRRP abre puerta a la inclusión de alumnos sordos

Por Perla Del Mar Rodríguez Fernández

¿Qué hace un estudiante de contabilidad de nuestro recinto pidiéndole a un profesor de Educación Especial una carta para solicitar un sobre-cupo en la clase Lenguaje de Señas?

Sencillo, se crió como oyente, leyendo labios y era sordo. Tenía temor porque, en Puerto Rico, el habla está asociado a la inteligencia, expresó Rafael Ortiz, profesor de Lenguaje de Señas de la Facultad de Educación del Recinto de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras (UPRRP).

‘‘Cuando ese muchacho terminó, hizo una presentación en lenguaje de señas tan linda, que todo el mundo hasta lloró. […] Él traía por dentro ese lenguaje que no había podido expresar. […] El lenguaje manual es el lengua materna del sordo’’, agregó el profesor.

El énfasis para atender la educación del sordo existe en el campus riopedrense. Comenzó en el 2007 durante una revisión curricular, luego que el censo de 2000 registrara más de 189 mil personas sordas en Puerto Rico.

Como parte de la especialización en educación a esta población, se le enseña a los futuros maestros que ‘‘hay que promover la inclusión de estudiantes con impedimentos, pues -eventualmente- participarán de las mismas actividades que disfrutarían si no tuvieran impedimentos’’, señaló el profesor de Lenguaje de Señas, Rafael Ortiz, refiriéndose al propósito del énfasis educativo.

En su mayoría, las personas sordas se crían como oyentes y no conocen las técnicas asociadas al lenguaje de señas. Sin embargo, El Departamento de Educación Especial de la UPRRP va más allá de ‘‘un par de cursos de lenguaje de señas que no eran conducentes a una preparación específica’’ y agrupó una especialidad llamada Énfasis en Educación del Sordo, explicó Ortiz.

Incluso, el profesor aclaró que sordomudo es un concepto erróneo. ‘‘Ningún sordo es mudo, mudo es quien no tiene cuerdas vocales y es muy poca la gente que le pasa eso.Yo no conozco a ningún sordo que sea mudo, […] si tú dices mamá ya no eres mudo, aunque sea la única palabra que digas’’.

Al mismo tiempo, otro modo de integración para la población sorda es el Método Montessori, porque se creó para el estudiante de Educación Especial y se enfoca en el niño. ‘‘Maestro y estudiante se benefician de la enseñanza’’, sugirió la estudiante de Problemas Específicos de Aprendizaje de la UPRRP, Glorimar Meléndez Torres.

La maestra no es el centro de atención, sino una guía. Por consiguiente tiene que adiestrarse en la educación para estudiantes sordos porque ‘‘¿cómo vas a guiar al niño, si no entiendes el lenguaje que él habla?’’, agregó Meléndez Torres.

Tanto Ortiz como Meléndez Torres coincidieron que ante la problemática que existe en nuestro sistema público de enseñanza, que según ellos, no ofrece una educación especializada a la población sorda de la isla, el curso de lenguaje de señas provee las herramientas necesarias para que el futuro maestro comprenda la realidad de esta comunidad.

La mayor dificultad del sordo es la comunicación

‘‘Los sordos conocen muy bien el lenguaje de señas, pero los demás no. […] El curso va más allá de llegar el primer día y querer saber señas’’, indicó el profesor de Educación Especial.

Al estudiantado del Recinto de Río Piedras se le expone la cultura y dificultades del sordo. Se les explica que no existe la seña universal, a excepción de ‘‘I love you’’, pero ‘‘si ve a un sordo haciéndole la seña, no es que se enamoró de usted, también como saludo’’, clarificó el profesor que también hace sus ‘‘trabajos por ahí’’, como jocosamente explicó.

El énfasis académico en Educación del Sordo inició en el 2007, pero el curso de señas comenzó ‘‘el siglo pasado, cuando estaban llegando estudiantes con impedimentos auditivos. A la Universidad se le ocurrió educar a estudiantes de educación especial para usarlos de intérpretes’’.

La preocupación

Poca gente conoce de la especialidad curricular. Incluso, algunos alumnos de la UPRRP desconocen de la existencia de una grado en Educación del sordo.‘‘Son los mismos estudiantes los que se encargan de promoverlo’’, formuló el profesor de señas. Ante este panorama existe una preocupación: que cierren el énfasis en Educación del Sordo, debido al desconocimiento que existe en la comunidad universitaria sobre la disponibilidad de este currículo.

Por tal razón, ambos profesores instan a los alumnos de la Facultad de Educación, y a los estudiantes de las diversas disciplinas de la UPRRP a que aprovechen este currículo de enseñanza, y de este modo, enriquezcan su desarrollo académico.
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