Investigación Social para el Siglo XXI
Por: Wilfredo J. Burgos Matos, Miosotis Cortés y Miriam Betancourt
Una de las principales aportaciones del Centro de Investigaciones Sociales del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, que este año conmemora 70 años de trabajo, lo es la Revista de Ciencias Sociales (RCS). Desde el año 1957 ésta ha difundido los trabajos de investigadores nacionales e internacionales, siendo la segunda revista arbitrada más antigua de Latinoamérica.
Desde el año 2012 la Revista se publica, además, en versión digital. Es la consecuencia de varios factores: las transformaciones en el campo académico y en el ecosistema de la comunicación; los cambios filosóficos y administrativos en la dirección de la Revista; y, las restricciones económicas de los últimos años, según explica la directora de la Revista, la Dra. Jenniffer Santos.
En el pasado la Revista tenía una plantilla de 7 personas, sin embargo, hoy en día la Revista sólo cuenta con el puesto de director y con un asistente de investigación. Además, cuenta con la colaboración de la editora y el artista gráfico de la Facultad de Ciencias Sociales. Esta situación económica supone un dilema: decidir si harán una transición de la revista impresa a la digital, exclusivamente, lo que podría dar paso a la publicación de más contenidos a un menor costo.
La Dra. Santos, quien es socióloga, comenta que su principal objetivo es volver a posicionar la Revista en la discusión académica internacional. Por esa razón está invitando a autores extranjeros a someter sus trabajos a la Revista. Además, están actualizando el banco de evaluadores nacionales e internacionales con el mismo fin.
Centro para investigadores en propiedad
Con nueve docentes de planta y varios colaboradores interdepartamentales, el CIS ha logrado cambiar el imaginario con respecto a la labor que realizan los investigadores. Si un profesor regular ofrece cuatro cursos, en el caso del Centro un investigador de planta debe desarrollar cuatro investigaciones. También puede tener una carga combinada de investigaciones y clases, siempre, con énfasis en la labor investigativa.
Resulta interesante que, para el tiempo en que el Dr. Ángel Quintero se unió a la plantilla de investigadores, la mayoría de sus colegas le rogaban que no se uniera al CIS porque no había privilegio ni prestigio en dicha labor. Tanto así que, a niveles salariales, el rango era equivalente al de un instructor. Afortunadamente, según explica la Dra. Laura Ortiz, directora interina del CIS, eso ha cambiado como parte de un proceso histórico. Ahora, para ganarse un espacio como ese, se necesita un nivel de competencia académica mucho mayor al que se hubiera necesitado en antaño.
A la par con eso, es necesario comprender que el desarrollo de las investigaciones no es el único pilar de los que trabajan en el lugar. Además de ello, deben participar de los mismos comités que los profesores regulares, así como también deben atender estudiantes y educarlos en el área investigativa, y sostener vínculos dinámicos con todas las facultades del Recinto.
La socióloga Santos, especialista en comportamiento colectivo, movimientos sociales, desastres, raza y etnicidad, es una de las últimas adquisiciones del CIS. Ella valora mucho la oportunidad de ser parte del CIS ya que ofrece un espacio de investigación sobre Puerto Rico de gran prestigio y exposición internacional.
De hecho, recientemente el Departamento de Recursos Naturales le otorgó a Santos y al CIS $50,000 para el desarrollo de medidas de “vulnerabilidad social” en Dorado. La vulnerabilidad social es la capacidad de una comunidad para enfrentar los fenómenos de la naturaleza. La posibilidad de un “desastre” depende, pues, de la capacidad que tiene la sociedad para responder al fenómeno natural. Este es un ejemplo de la contribución que hace el CIS a la Universidad de Puerto Rico y al País.
El financiamiento de las investigaciones del CIS viene de recursos institucionales o fondos externos, dependiendo del carácter de los respectivos estudios. Además, suelen establecer convenios colaborativos con otras entidades académicas y editoriales.
Curiosamente el Centro de Investigaciones Sociales enfrenta, a pesar de sus haberes, una valoración baja por parte del campo político del país, que usualmente mira con sospecha las aptitudes profesionales y la productividad de los académicos. “No hay cultura para entender que Puerto Rico depende de la investigación que se produce en la UPR”, lamenta Ortiz al respecto.
Los horizontes del Centro
De cara al futuro, el Centro de Investigaciones Sociales tiene tres prioridades fundamentales. Por un lado, vislumbran el desarrollo de proyectos interdisciplinarios que vayan más allá de las ciencias sociales. Por otra parte, quieren ofrecer más mentoría a estudiantes graduados y subgraduados. Además, quieren “mantener al día” la Revista de Ciencias Sociales, una publicación histórica.
Otra iniciativa importante del CIS es un ambicioso estudio sobre el uso del tiempo en Puerto Rico, a cargo del Dr. Carlos Guilbe, director del grupo de Estudios del Trabajo y profesor en el Departamento de Geografía del Recinto de Río Piedras. Guilbe investiga, con el apoyo de los estudiantes Giselle Cordero Arroyo, Christopher García Sánchez y Andrea Refojos Liaños, la condición laboral desde diferentes ópticas, con un énfasis particular en la noción de espacio. Mediante un cuestionario compuesto por varias planillas, el grupo de trabajo pretende registrar qué hacen las personas cada 15 minutos, desde que se levantan hasta que se acuestan, para tener un panorama claro sobre lo que se hace en Puerto Rico.
¿Qué implicaciones tiene para los ciudadanos y la sociedad el hecho de que muchas personas tengan que pasar largas horas transportándose de su casa al trabajo y viceversa? Para el geógrafo Guilbe las rutinas cotidianas ofrecen información sobre el manejo del tiempo, el ocio, los hábitos de alimentación, las rutinas de trabajo y las condiciones en las que éste se desarrolla, entre otros aspectos. Los hallazgos de la investigación podrían ayudar a articular políticas públicas que se ajusten a la realidad del trabajador actual. Por otro lado, el estudio se constituye en una valiosa experiencia académica para los estudiantes participantes, que se han relacionado con el desarrollo de herramientas metodológicas e interpretación de datos, entre otras tareas.
Sin embargo, la investigación no cuenta con ningún fondo externo o institucional. Aquí la investigación se apoya en el trabajo voluntario de los investigadores y el espacio físico (logística) que provee el CIS.
Los gestores del CIS están convencidos de que proyectos como ese merecen ser apoyados decisivamente por el Estado o la UPR. Tienen claro que la investigación social, al igual que la científica, también aporta del desarrollo de Puerto Rico.
Nota: Esta es la última parte de un reportaje producido por estudiantes del Seminario en Periodismo II de la Maestría en Comunicación, a cargo del profesor Mario E. Roche.