Regresar

Astronauta Joseph Acabá dialoga con estudiantes de la Escuela de Verano de la UPR-RP

Por: Perla Del Mar Rodríguez Fernández

El geólogo y astronauta voluntario Joseph Acabá conversó con estudiantes de escuela superior, mediante una videoconferencia, acerca de su historia y sobre la importancia de superarse ante la adversidad, como parte de las actividades de la Escuela de Verano de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras (UPR-RP).

La emisión, que se llevó a cabo el pasado primero de junio, se organizó a través de la especialista en divulgación del Puerto Rico NASA Space Grant, Gladys Muñoz Crespo, y el programa Acceso al Éxito que trabaja la UPR. Esta iniciativa tiene como meta instruir a jóvenes de escuela superior de escasos recursos, con el propósito de prepararlos para la prueba avanzada de admisión universitaria: el College Board.

Luego de que el astronauta culminara un recuento de su historia y memorias, el Anfiteatro #1 de la Facultad de Educación de la UPR-RP fue testigo de los particulares cuestionamientos del estudiantado participante.

La primera interrogante permitió que el también maestro explicara lo que más disfruta de ser un astronauta: flotar, porque le permite ‘‘sentirse como un superheroe’’. Sin embargo, hubo una pregunta que provocó un ‘‘uuhh’’ de Acabá: ¿cuál fue la decisión más difícil que tomó en el espacio? De inmediato, les recordó a los participantes de la Escuela de Verano que se suponía que le hicieran preguntas fáciles.

El astronauta explicó que durante su primera caminata espacial cometió un error ‘‘y fue terrible’’. De regreso, el superior le preguntó si quería hacer la segunda caminata que tenía programada, lo que -según el astronauta- fue la decisión más difícil que pudo tomar porque quería evitar caer en el mismo error.

Por otra parte, el geólogo de ascendencia puertorriqueña, subrayó que la mejor parte de su trabajo es que disfruta lo que hace y que siempre hay una tarea distinta que hacer. Sin embargo, no todas las preguntas se remitieron a moralejas. Muchos de los estudiantes tenían otras inquietudes. Entre las dudas estaban: ¿cómo se bañan? y ¿cómo van al baño?

Acabá respondió sin mucho parpadear que en el espacio no se pueden duchar debido a la microgravedad, así que tienen toallitas húmedas con las que se limpian. Luego añadió que al volver a tierra, bañarse con agua caliente era algo increíble, y el anfiteatro se colmó de risas.

‘‘La cara de ellos valía un millón’’, comentó Muñoz Crespo, especialista en divulgación del Puerto Rico NASA Space Grant.

No obstante, más que dilucidar cómo había llegado a ser astronauta, la presentación de Acabá se llevó a cabo con el fin de motivar al estudiantado a permanecer en la escuela y continuar estudios postsecundarios.

‘‘Tenemos un problema de deserción escolar. Tenemos en Puerto Rico grandes problemas, porque los estudiantes -sobre todo los varones- muchas veces no nos estudian. Yo quiero llegar a todo el mundo. Yo quisiera que estudiaran todos’’, enfatizó Muñoz Crespo.

‘‘A lo mejor, no todo el mundo va a estudiar STEM [ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés], pero todo el mundo puede estudiar algo. No todo el mundo va a estudiar a la universidad, pero todo el mundo puede hacer un grado postsecundario’’, recalcó.

‘‘Hay talento en toda la sociedad, tú lo que tienes es que equiparar a toda la sociedad para que esté igualmente expuesta a las oportunidades’’, concluyó la también maestra de ciencias.

La Escuela de Verano, un Acceso al Éxito

La intervención de Acabá formó parte de las actividades de la Escuela de Verano en la UPR-RP. Este proyecto está enlazado al programa Acceso al Éxito, un nexo de la propuesta federal College Access Grant Program, dirigido por Ana Helvia Quintero.

La Escuela de Verano, que lleva tres años funcionando en el recinto de Río Piedras, brinda una oportunidad educativa y recreativa a estudiantes de escasos recursos. Y además de clases en las que se refuerzan destrezas de inglés, matemáticas, ciencia y español, se les ofrece actividades culturales

El rector de la UPR-RP, Carlos E. Severino Valdez, expresó  que “encuentros como este nos colman de mucho entusiasmo porque aportamos al desarrollo de las nuevas generaciones proveyéndoles una experiencia que le permite a este grupo de jóvenes explorar nuevas alternativas académicas que, a la vez, les sirve para definir la carrera profesional en la que desean formarse”.dentro y fuera de la UPR-RP.

A diferencia de años anteriores, este verano el programa se lleva a cabo del 1 al 26 de junio con la participación de 80 estudiantes. El proyecto tuvo, además, la visita del juez asociado del Tribunal Supremo de Puerto Rico, Luis F. Estrella Martínez quien, junto a los estudiantes participantes, simuló un juicio en la Escuela de Derecho de la UPR.

La jornada de este verano continuará en la Escuela de Administración de Hoteles y Restaurantes del recinto de Carolina de la UPR y en el recinto de Aguadilla para conocer el programa de conservación de manatíes.

Por su parte, Emanuel Reyes Chéveres, exalumno de la Escuela de Verano describió que el programa ‘‘provocará [en sus participantes] un cambio que va a ser súper grande’’. Según el también voluntario, desde su primer día como estudiante regular sintió ‘‘una emoción bien brutal; vi esa Torre tan bella y me sentí gallito (la mascota del recinto)’’.

Tal fue el impacto, que aunque Reyes Chéveres siempre creyó que estudiaría ingeniería, ahora está decidido a explorar alguna carrera relacionada a la educación. Incluso, luego de su experiencia el año pasado como estudiante regular del proyecto, decidió realizar una serie de talleres en su escuela enfocados en las ventajas de considerar hacer una carrera universitaria.

[huge_it_gallery id=»26″]
Ir al contenido