
Santiago Pintor: “La Escuela de Comunicación es de todos”
Por Joaquín Octavio
El doctor Jorge Santiago Pintor fue electo nuevo director de la Escuela de Comunicación del Recinto de Río Piedras de la UPR (UPR-RP), bajo la recomendación de un Comité de Consulta creado a petición la Decana de Asuntos Académicos, Dra. Palmira Ríos. Santiago Pintor ha sido parte de la institución desde el 2005 y su labor abarca la docencia, administración e investigación. Sus trabajos de investigación abordan las relaciones entre las tecnologías digitales, la transformación de la vida cotidiana, el imaginario del cuerpo y la subjetividad.
Mantiene su puerta abierta. Atiende a estudiantes y colegas con la misma atención y respeto. Es una persona de voz serena, y modales cuidadosos.
¿Cuáles han sido sus primeras acciones como director?
La primera fase de este proceso de transición ha sido establecer un equipo de trabajo comprometido con el desarrollo de la Escuela.
¿Quienes serán los integrantes de su equipo de trabajo?
La dirección asociada, mano derecha del director en términos académicos, estará a cargo de la profesora Nora Soto. El profesor Jimmy Torres, quien fue durante el último año y medio el director interino, se va a mantener como coordinador de la Unidad de Cine, Radio y Televisión. La Coordinación de Asuntos Estudiantiles permanecerá a cargo de la profesora Esther Burgos. A nivel graduado, contaremos con el profesor Rubén Ramírez, y el Centro de Investigación en Comunicación y el Media Lab estará a cargo de la profesora Silvia Álvarez.
Ciertamente, este equipo de trabajo requiere el apoyo y el esfuerzo de la gente que trabaja y estudia aquí. Es importante generar un sentido de compromiso. Mi tarea es promover esa filosofía desde la Dirección.
¿Qué retos enfrenta al asumir la dirección?
Uno de los problemas que tenemos, tanto en el renglón docente y como el no docente es una limitación cada vez mayor de recurso humano. La gente se va retirando y no necesariamente se van renovando esos puestos con otro personal. Este es un asunto que desde la dirección quiero trabajar con mucho detenimiento. Propiciar que se abran plazas docentes para atender la demanda que tiene la Escuela.
También hemos visto que a nivel del Recinto, e incluso del país, los estudiantes que entran a la Universidad tienen unas necesidades de atender algunas deficiencias de comunicación escrita y comunicación oral. Hace tres años, la Escuela revisó su currículo para integrar a nivel sub-graduado más cursos de redacción. Antes solo había dos. Ahora, el estudiante puede tomar tres o más.
Nos mantenemos atentos a las necesidades del estudiantado para hacer los arreglos necesarios.
¿Qué proyectos desea impulsar bajo su administración?
Me interesa que cuando el estudiante genere trabajo en sus clases, no las vea solo como requisitos, sino que las vea como parte de su portafolio y su bagaje profesional. Mantener una experiencia activa y una mayor oferta académica.
Hay que destacar el servicio directo que ofrece la estación de radio a la comunidad. La Unidad de Cine, Radio y Televisión da un servicio muy importante a la institución. Estos son espacios donde los estudiantes trabajan y adquieren la preparación práctica. Es importante que haya más captaciones de fondos para los mismos.
Un área que me interesa mucho desarrollar es el vínculo con los ex-alumnos. Los egresados son ejemplos para los estudiantes que van entrando. También es importante tener una relación muy estrecha con las asociaciones estudiantiles: el Consejo de Estudiantes, las asociaciones de las diferentes áreas de información, la Asociación del Programa Graduado. Estas organizaciones son parte de la formación académica. Están dirigidas por estudiantes comprometidos. Hay que ayudarles a que se mantengan activos y puedan servir e impactar directamente a la comunidad inmediata del Recinto.
Me interesa hacer de la Escuela un espacio de cohesión. Siempre habrá diferencias de opinión, conflictos, pero mi tarea es promover el trabajo en equipo que es distinto a trabajar en grupo.
¿Cómo se adapta la Escuela a la aparición de nuevos medios y constantes cambios en el área de la comunicación?
Desde la dirección tenemos que propiciar que los profesores tengan los recursos y que estén capacitados. Es importante poner en marcha propuestas de adiestramiento que puedan ser avaladas para mantener un personal docente actualizado.
Anualmente, la Escuela genera una serie de iniciativas para mantener al día los equipos. El año pasado, bajo la dirección de Jimmy Torres, se generaron varias propuestas que impactaron la Unidad de Cine Radio y Televisión con unos 75,000 dólares en equipos.
¿Cómo se afectará la Escuela de Comunicación con los ajustes presupuestarios que están por implementarse en la Universidad de Puerto Rico?
Conocemos y nos preocupa lo que se ha divulgado a través de los medios, pero nosotros tenemos que trabajar para mantener el servicio que ofrece la Escuela. Debemos evaluar cómo atender las necesidades utilizando nuevas estrategias. Establecer proyectos que puedan captar fondos externos, tanto en el área académica como en la de servicio.
Me intriga que tanto en esta conversación, como en la página web oficial, se le llama a la institución: ‘Escuela de Comunicación’. Sin embargo, la Escuela sigue rotulada como Escuela de Comunicación Pública y las codificaciones de los cursos aluden a COPU. ¿Por qué esta incongruencia?
La Escuela cuando se creó en el 1972, como un programa de maestría, en aquel momento se nombró Escuela de Comunicación Pública. Esto se mantuvo así hasta el 2001, me parece. Luego de una revisión curricular, comienza a llamarse Escuela de Comunicación.
La comunicación se entiende como una pública, pero que trasciende lo público porque se da en muchos niveles. Se ve la comunicación desde una perspectiva más amplia, no solamente pública.
Claro, también vale la pena preguntarse ¿qué entendemos por comunicación pública?¿o por comunicación privada?
Eso también responde a un tiempo, a una concepción de un momento dado. La revolución de los medios de comunicación y de la comunicación ha cambiado sus formas de producción y entendimiento. Estas transformaciones también afectan las instituciones dedicadas a este campo. Debemos estar atentos a los cambios que se están dando y responder a ellos críticamente.
¿Sería pertinente rotular la institución como Escuela de Comunicación?
No había considerado este asunto dentro de las urgencias (ríe cándidamente). Lo tomaré en cuenta y te agradezco la recomendación.
¿Hará algún acto para dirigirse a los estudiantes?
Haré llegar una comunicación formal de mi parte a la comunidad de la Escuela presentando las prioridades de trabajo, e invitando a todos estos miembros de la comunidad a integrarse a este plan de trabajo.
La política que quiero fomentar aquí es mantener las puertas abiertas, escuchar a la comunidad y ver cómo podemos establecer esfuerzos conjuntamente. El futuro de la Escuela no está en manos de una persona, ni de un grupo, está en manos de la gente que trabaje aquí. La Escuela de Comunicación es de todos.
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