
CLAROSCURO: Ocho cuerpos en movimiento
Por Myrna Liz Rodríguez Marrero
Video por Gilberto Vázquez Gómez
A la danza contemporánea se le han unido ocho cuerpos que han aprendido a mirar con un lente CLAROSCURO la sociedad puertorriqueña. Son diversos, perseverantes y curiosos. Se encargan de trabajar desde el margen y las sombras. Sus movimientos no tienen límites y su exploración corporal tampoco.
CLAROSCURO surge luego de que en el 2015 Nayaret Candelario, Gabriela Dueñas y Fernando Ramos ganaran el festival Corpo Fest, que se celebró en la La Beckett en Río Piedras. Los jóvenes fueron galardonados como la pieza favorita del festival, premio que a su vez les otorgó una noche para bailar en el espacio. Fue a partir de esa presentación que contactaron a otros compañeros de danza y formaron oficialmente CLAROSCURO. Al grupo se unieron los también bailarines: Rafael Cañals, Solimar Arzola, Milca Álamo, Franklin Fuentes y Sergio Ramos. Actualmente, estos 8 bailarines conforman el grupo de danza.
“Nosotros dentro del colectivo somos bien diversos, somos de cuerpos distintos, de entrenamientos distintos, de edades distintas, backgrounds distintos y, CLAROSCURO porque esa es la técnica del barroco, de la pintura, que usaba unas sombras… queremos dentro del colectivo enfatizar eso, ese contraste que se está dando entre nosotros mismos,” explicó Dueñas estudiante de Sicología del Recinto de Río Piedras.
En el grupo existe de todo un poco y los integrantes utilizan las técnicas e influencias de danza que más les gustan para explorarse como bailarines. Por ejemplo, Nayarete Candelario y Rafael Cañals, estuvieron en el Dance Team de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras (UPRRP). Además, bailan jazz y pop. Franklin Fuentes hace danza aérea, Fernando Ramos se ha especializado en danza contemporánea, pero también ha hecho ballet y danza africana. Sorimar Arzola enseña belly dancing y flamenco. Milca Álamo y Gabriela Dueñas han hecho tango. También, cabe destacar que todas las chicas del colectivo fueron entrenadas en el ballet clásico.
Para los bailarines el grupo nació como un espacio alternativo desde el cual pueden trabajar una serie de temas que le inquietan como jóvenes. Los integrantes llevan cargadas agendas que van desde estudios, trabajo o ensayos en otras compañías, a las que muchos pertenecen, lo que en ocasiones representa un gran reto a la hora de reunirse para ensayar. A pesar de los obstáculos en el camino, muchos expertos de danza le han augurado un buen futuro a CLAROSCURO.
“Hemos recibidos muchos halagos por lo que estamos haciendo, por la iniciativa del colectivo, ahora en nuestro trabajo, porque muchos trabajamos con personas que llevan muchos años en la danza. Obviamente, cuando van a ver nuestro trabajo nos comentan, nos ven como un grupo que está progresando y así mismo nos vemos también… Ahora mismo hay muchas escenas desarrolladas porque está la danza contemporánea que hacen compañías profesionales y está el performance que es bien grande en Río Piedras,” comentó el coreógrafo Fernando Ramos.
Hay quienes piensan que el grupo es muy performance, aunque este no es el objetivo, o muy contemporáneos. Actualmente, CLAROSCURO intenta explorar las diversas ramas que posee la danza contemporánea y ser parte del proceso que se está gestando para definirla.
“CLAROSCURO, yo entiendo, que es más bien un espacio para nosotros crecer, para seguir aprendiendo, seguir desarrollándonos como bailarines, ya que somos bailarines que han sido entrenados casi todos en compañías de danza clásica. Queríamos un espacio en el que pudiéramos estar más tranquilos, más abierto a otras experiencias…,” afirmó Dueñas.
La danza contemporánea incluye: improvisación, movimientos y técnicas de ballet, de jazz y de danza moderna. Es un arte de expresión que le confiere más libertad al cuerpo y en donde la técnica clásica ha brillado por su ausencia. A esta corriente se le han añadido movimientos de otras técnicas corporales como el flamenco, movimientos de danzas tribales y hasta del yoga. Estas técnicas modernas han abierto paso a una mezcla de estilos que no dejan todavía muy claro a que se asemeja o que patrones siguen.
“Nos gusta que sea danza contemporánea porque yo creo que la danza contemporánea te permite mucho descubrirte a ti como bailarín. En la danza contemporánea yo entiendo que yo me he descubierto y todos nos hemos descubierto mucho, quienes somos como bailarines, como personas, cuáles son nuestras debilidades, nuestras fortalezas y eso es lo que permite la danza contemporánea porque es un espectro tan grande,” expresó Ramos de 24 años.
Para el bailarín y coreógrafo la danza contemporánea es vista como un vehículo para romper esquemas sociales que ya hay. El joven destaca que en una presentación, en La Beckett en Río Piedras, bailó un solo donde terminó completamente desnudo, aunque acepta que puede ser chocante para muchos es algo que la danza contemporánea hace.
“…Indirectamente tocamos muchos temas sexuales porque obviamente somos jóvenes no es que es todo lo que hacemos, pero es natural, identidad de género, identidad sexual, la intimidad, como nos presentamos ahora que hay medios sociales,” aclaró.
Para el colectivo es importante que la danza contemporánea se convierta en algo “regular y no en algo secundario al ballet clásico…” apuntó Ramos.
Actualmente, en Puerto Rico el ballet suele ocupar un lugar importante “aquí todavía es bien prevalente, es bello, y debería ser siempre prevalente, pero hay muchos países donde la danza contemporánea se trata igual, porque la danza contemporánea a veces puede tocar unos temas que el ballet no… el ballet respeta una cultura, lo que está muy bien, una tradición, la danza contemporánea respeta otra o se basa en otra completamente y a veces se unen,” señaló.
Detrás de CLAROSCURO
Los ocho integrantes de CLAROSCURO convergen en un momento específico: la danza. A pesar de las diferencias que los puedan definir como bailarines y creadores, el espacio del baile siempre será el punto de encuentro donde todos pueden ser ellos. Fernando Ramos y Gabriela Dueñas tuvieron la encomienda de definir a los integrantes y este fue el resultado:
“Rafael, una persona una vez dijo que él se mueve como agua, eso es muy verdad, es bien fluido, es largo acapara todo el espacio”.
“Franklin, es fuerte desde que lo ves en escena. Se ve fuerte y se ve seguro, su manera de bailar se ve así, no importa. Hasta cuando tú sabes que está inseguro su manera de bailar se ve segura y es muy buena pareja bailando, va a bailar bien, va ayudarte”.
“Solimar es madura, no solamente porque es la mayor de nosotros, pero si tiene una calidad de movimientos que es maduro… ella entiende su cuerpo, lo domina súper bien. Ella es una persona sumamente graciosa porque ella es actriz también, ella sabe combinar eso del teatro, ella lo saca y lo usa a su favor mientras bailar”.
“Milka es como una explosión, aunque ella no lo sepa, es bien apasionada en todo, en su vida y en la danza también. Ella es bajita, es pequeña, pero eso es como una explosión y la tienes que mirar porque es como un fuego en la tarima, una llama…”
“Sergio es lindo, él tiene algo, su manera de verlo bailar es como si fuera un embrujo, él se mueve muy bien, es bien eficiente, pero tiene algo que aunque hayan siete personas haciendo lo mismo, como que él tiene una manera de hacerlo”.
“Nayaret es como una Amazona, es bien exótica, es bien poderosa y sabe, pero ella sabe que está dominando el espacio, ella es la más joven, pero sabe cómo dominar un espacio y comérselo vivo”.
“Gabriela es sutil, es delicada, pero poderosa a la vez, es como analítica”.
“Fernando es como toda esta energía que está ahí aguantada y de momento emerge y es como “wow!, perate que nice,” porque también acapara todo el espacio, hay que mirarlo, es bien intenso”.
Aunque como colectivo independiente enfrentan grandes retos a la hora de exponer, esto no ha sido impedimento para seguir creando y trabajando desde el cuerpo. El grupo intenta darle un lente puertorriqueño a sus piezas y jugar con los espacios de presentación para seguir insertando la danza contemporánea en el día a día.