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“… el país ha perdido a una persona excepcional”

Por: Myrna Liz Rodriguez Marrero y Taíra M. Barreto Canals

El Centro de Investigaciones Históricas (CIH) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP) amaneció hoy con un ambiente diferente tras conocerse el fallecimiento del distinguido historiador puertorriqueño Fernando Picó.

La Directora del CIH, María Dolores Luque, recordó que en el día ayer el profesor Picó estuvo todo el día en la Universidad y dio sus cuatro cursos de Historia. “Hasta último momento fue un gran testimonio de dedicación a sus estudiantes, a la investigación, a la Universidad…” comentó la historiadora.

Entre lágrimas el profesor Josué Camaño, exestudiante y actual compañero de trabajo, manifestó que la muerte de historiador es una gran pérdida. “No solamente nosotros, el país ha perdido. Esto no se va a volver a repetir en varias generaciones, yo creo que en términos académicos se ha cerrado un ciclo historiográfico”, expresó.

Camaño recordó los muchos de los momentos compartidos con el profesor y destacó que si algo le enseñó Picó en la vida fue a tener paciencia. “Era sabio, en el sentido amplio de la vida, esos sabios de la antigüedad, esos humanistas, porque si alguien encarnaba en este país lo que es ser un humanista eso era Picó…” explicó.  Añadió que “no solamente la academia, no solamente la historiografía, yo creo que el país ha perdido a una persona excepcional…”.

El CIH era el segundo hogar del también sacerdote jesuita, ya que la mayor parte de su tiempo la pasaba escribiendo, investigando o perdido entre las micropelículas. Actualmente, el doctor había culminado dos libros que están en proceso de impresión. Entre los cursos que estaba dictando este año se encontraban: Historia Medieval, Historia de Inglaterra, Historia Griega e Instituciones Medievales.

Para el escritor no había fronteras.  Su conocimiento trascendió la Universidad y llegó a las cárceles, el gobierno y las escuelas. Sin duda, esa era una de las cualidades más admiradas por sus compañeros. “Su desprendimiento y generosidad, era una persona de un calibre intelectual excepcional, pero como persona era un ejemplo de generosidad siempre estaba dispuesto para todo”, recordó la historiadora Luque.

Fernando Picó se paseó por la vida como un ser multifacético siendo sacerdote jesuita, catedrático, profesor, historiador, escritor, senador académico, mediador y un defensor de la población carcelaria.  Nació un 15 de agosto de 1941 en Santurce, San Juan. Estudió alrededor del mundo, desde Estados Unidos, Italia y España.  Picó era considerado la máxima autoridad en el campo de historiografía isleña para el siglo XIX.

Aportó a la educación del país con libros y cuentos como, Puerto Rico: Historia general; La guerra después de la guerra; Vivir en Caimito, Don Quijote en Motora y otras andanzas; El día menos pensado: Historia de los presidarios de Puerto Rico, entre muchos más. También, publicó artículos en periódicos como Claridad y El Nuevo Día.

“La historia es un cambio continuo, siempre hay una historia nueva que contar”

Los estudiantes del Departamento de Historia de la UPRRP reaccionaron a la triste noticia del fallecimiento del profesor Fernando Picó. Camila Osoria, estudiante de segundo año del Departamento de Historia, expresó que la muerte de Picó, es una pérdida “gigantísima” porque a su entender el catedrático simboliza un revivir de la historia del siglo XVII al XIX, una época “olvidada” a su parecer. Agregó que fue uno de los principales exponentes en el proceso de huelga del 1981, siendo mediador para la realización de acuerdos entre la administración y los estudiantes.  La huelga de ese año duró cinco meses hasta la intervención de Picó, en repudio a un alza de matrícula.

“El trabajo del hombre nunca acababa, siempre había algo por investigar y eso es admirable, con todo y sus años el continuaba buscando desde la historia soluciones, en dar una perspectiva de lo que somos y deberíamos ser”, dijo.

Por otra parte, el estudiante graduado de historia, Jaime Rodríguez, lo reconoció como “un baluarte, apoyó los movimientos estudiantiles e incluso llegó a hacer lazos humanos en contra de intervenciones con la policía y los estudiantes, una gran pérdida para toda la universidad”.

Rodríguez añadió que Fernando Picó se dedicó en manera filantrópica a atender a los presos asegurándose de que todos los sectores marginados de nuestra sociedad tuvieran oportunidades de estudio.

Uno de los principales proyectos creado por el historiador lo fue el Proyecto Piloto de Estudios Universitarios para la población penal de la Universidad de Puerto Rico y el Departamento de Corrección y Rehabilitación.  Picó impartió las clases en las cárceles de Puerto Rico por varias décadas y en el 2015 se pudo incluir por primera vez a los custodios de máxima seguridad al proceso educativo.

Por otra parte, María Alejandra Lugo, estudiante de tercer año del Departamento de Historia manifestó una gran tristeza ya que “se nos fue uno de los grandes historiadores que hemos tenido a nivel de análisis crítico”. También explicó que se “ha perdido” a un historiador que fomentó tanto la historia cultural y social en diferentes aspectos.

“No vamos a tenerlo para seguir analizando e investigando, pero podemos tener sus libros, su conocimiento y todo lo que nos dejó para seguir produciendo en la historia.  Así como el mismo decía ‘la historia es un cambio continuo, siempre hay una historia nueva que contar’ y nos toca ahora a nosotros cuál es esa otra historia que Picó también fue parte de ella”, mencionó Lugo.

El Cuerpo de Decanos reacciona

El Cuerpo de Decanos de la Universidad de Puerto Rico lamentó el fallecimiento del profesor y expresaron que “Picó fue uno de los más distinguidos miembros de la Universidad de Puerto Rico.  Ejemplo de un cabal universitario por su compromiso y dedicación con su cátedra y con los estudiantes. Se distinguió grandemente por su calidad humana. Perdemos a un incansable defensor del derecho de la población penal a su rehabilitación a través de la educación. Es una enorme pérdida para la institución y para el País.  Lamentamos profundamente su fallecimiento y extendemos nuestro más sentido pésame a sus familiares, amigos y colegas”.

 

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