
Departamento de Ciencia de Cómputos gradúa a 21 estudiantes de manera exitosa
Por Naylie Vélez Figueroa
Estudiante Reportera
Oficina de Comunicaciones
Recinto de Río Piedras – UPR
En medio del histórico momento que atraviesa la isla debido al novel coronavirus, más de una veintena de estudiantes del Departamento de Ciencia de Cómputos, adscrito a la Facultad de Ciencias Naturales del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (RRP-UPR), lograron culminar su bachillerato de forma exitosa.
Entre los universitarios que obtuvieron un grado del programa académico, se destacan Dianelys Soto Cruz, Tatiana Castro Vélez y Manuel Álvarez Ríos, quienes luego de explorar en otros campos educativos, decidieron desarrollarse como profesionales de la computación.
“Nuestro Departamento de Ciencia de Cómputos en la UPR de Río Piedras se nutre de excelentes estudiantes que ejemplifican la diversidad de intereses y trasfondos que enriquecen nuestro campo de estudio. Este año, entre los 21 graduados que obtuvieron un bachillerato o segunda concentración en nuestro programa, distinguimos a tres estudiantes que llegaron a nuestro departamento por rutas alternas”, apuntó el profesor y director del Departamento de Ciencias de Cómputos, José R. Ortiz Ubarri.
Ortiz Ubarri indicó que las historias de éxito de Soto Cruz, Castro Vélez y Álvarez Ríos ejemplifican el deseo de aprender, la perseverancia y el entusiasmo que los profesores del departamento perciben en sus estudiantes, así como su capacidad para resolver problemas.
“Realizaron labores excelentes tanto dentro como fuera del salón de clases y sus esfuerzos han sido recompensados con significativas oportunidades para continuar desarrollándose como científicos y profesionales”, afirmó.
De farmacia a ciberseguridad
Motivada por el sueño de perseguir una carrera en el campo de la farmacia, Dianelys Soto Cruz inició su bachillerato en el Departamento de Química en el campus. Al darse cuenta de que no le gustaba, decidió estudiar física con la idea de completar una certificación en Meteorología en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
Luego de trasladarse al RUM, decidió regresar a su alma mater e iniciar, por medio de un permiso especial, sus estudios en Ciencia de Cómputos, tras la recomendación de varios compañeros de escuela superior.
“Siempre me interesó el tema de los hackers. Un día vi en las noticias un reportaje sobre el FBI y su interés en aumentar la diversidad en sus programas de ciberseguridad”, comentó la estudiante Soto Cruz.
Durante sus años de bachillerato, la jerezana desarrolló su interés por la ciberseguridad integrándose al Grupo de Interés de Ciberseguridad del programa, donde se desempeñó como coordinadora. También, fue miembro activo del colectivo #include<girls> y de la Asociación de Estudiantes de Ciencia de Cómputos.
Su desempeño académico y las destrezas de investigación que desarrolló, bajo la tutela del profesor Ortiz Ubarri le ayudaron a ser aceptada en el reconocido programa de verano del IT LAB en el Heinz College de Carnegie Mellon University (CMU).
En septiembre, comenzará estudios graduados en el MS Information Technology – Information Security de CMU, institución líder del campo de ciberseguridad. Esta oportunidad será financiada por el Department of Defense Cybersecurity Scholarship Program.
Pasos firmes hasta la ciudad de Nueva York
Por su parte, Tatiana Castro Vélez comenzó a tomar cursos de matemáticas y ciencia de cómputos desde que cursaba el noveno grado en la Escuela Secundaria de la Universidad de Puerto Rico. Al graduarse de la escuela superior, decidió solicitar al programa de Ciencia de Cómputos de la Universidad de Boston, donde fue aceptada.
“Habiendo tomado clases en la UPR, sentía que si continuaba aquí mis estudios me quedaría estancada. En ese momento, hice demasiado caso a la percepción de que las universidades en los Estados Unidos son la mejor opción para tu educación”, afirmó Castro Vélez.
Tras darse cuenta de que la experiencia académica que recibía no justificaba los altos costos de sus estudios, regresó al primer centro docente del país y continuó sus estudios en la Facultad de Ciencias Naturales.
En el departamento, la jerezana se destacó por obtener excelentes calificaciones y pertenecer al colectivo #include<girls>, que se enfoca en crear espacios inclusivos e impulsar la diversidad en Ciencia de Cómputos y otras áreas de STEM. Respecto a su participación en el grupo, la estudiante aseguró que le encantó la experiencia.
“Te sientes que estás teniendo un impacto con tan sólo subrayar un grupo que es marginado en este campo, también formas una comunidad de personas que han pasado experiencias similares a las tuyas y nos da la oportunidad de seguir enseñándole al público el poder de la ciencia de cómputos», expresó.
A lo largo de su carrera universitaria, la joven realizó una investigación subgraduada de la mano del profesor Carlos Corrada. Además, fungió como desarrolladora en el Centro de Desarrollo y Consultoría Computacional, y participó de internados de trabajo dentro y fuera de la isla.
En cuanto a su próxima meta, la graduanda indicó que realizará un doctorado en la Universidad Municipal de Nueva York (CUNY, por sus siglas en inglés). “Me gustaría especializarme en ingeniería de software y machine learning», aseguró.
El punto donde se unen la biología y la computación
En agosto de 2013, Manuel Álvarez Ríos ingresó al primer centro docente del país como estudiante de Biología en la Facultad de Ciencias Naturales. Con el fin de aumentar su elegibilidad futura a una buena escuela de medicina, temprano en sus estudios decidió involucrarse en investigación, decisión que lo ayudó a descubrir su pasión por la computación.
“En mi primer proyecto de investigación, me topé con un problema que sería un punto decisivo en mi carrera: analizar cientos de imágenes manualmente […] Tenía que usar un software de visualización de imágenes para manualmente medir el largo de cada parte de los cientos de camarones que estábamos estudiando, un proceso tedioso que me hizo cuestionarme si pudiera ser automatizado”, manifestó Álvarez Ríos, quien decidió, así, tomar cursos en el departamento.
En su próximo proyecto de investigación médico-farmacológica, el joven comenzó a aplicar las herramientas que iba adquiriendo en sus cursos de ciencia de cómputos para automatizar los procesos que requerían estos estudios.
“Creé mis propios programas para procesar imágenes, analizaba cientos, en el mismo tiempo que le tomaba a un especialista analizar una sola”, destacó el gallito. Además de estas experiencias investigativas, el estudiante trabajó en otras iniciativas que lo acercaron a las aplicaciones de la computación a la biología y la medicina.
Entre los proyectos donde colaboró, destaca el reconocimiento de voz para historiales médicos, con la profesora Patricia Ordoñez y otros investigadores de la Universidad de Pittsburgh; y el uso de la inteligencia artificial para monitorear el comportamiento de las abejas, junto al profesor Remi Megret.
Álvarez Ríos también se desempeñó como director de relaciones públicas y organizador de eventos en el capítulo estudiantil de la Association for Computing Machinery (ACM), adscrita a la Asociación de Estudiantes de Ciencia de Cómputos.
A pesar de que su principal interés era continuar estudios graduados en aprendizaje automático, decidió aplazar sus estudios para aceptar una atractiva oferta de empleo en Google como ingeniero de software.
Para conocer más sobre el programa de bachillerato de Ciencias de Cómputos, puede visitar la página http://ccom.uprrp.edu. Asimismo, puede acceder al portal http://conoce.ccom.uprrp.edu donde existe información útil sobre este campo de estudio para maestros, estudiantes K-12 y sus padres.