
Reconocen por vigésimo novena vez la labor del Capítulo Estudiantil de la Sociedad de Química de los Estados Unidos de la UPR
- Categorías Noticias
- Fecha 07/12/2021
Génesis Dávila Santiago
Periodista
Oficina de Comunicaciones
Recinto de Río Piedras – UPR
El esfuerzo, la creatividad y el compromiso con el servicio comunitario y con la química fueron algunos de los recursos con los que el Capítulo Estudiantil de la Sociedad de Química de los Estados Unidos (ACS, por sus siglas en inglés) del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (RRP-UPR) conquistó por vez número 29 el título de “Capítulo Sobresaliente”, un reconocimiento otorgado por la ACS.
De acuerdo con la directora del capítulo estudiantil, Melanie Cruz Berríos, este reconocimiento fue el resultado de grandes esfuerzos por mantener el capítulo activo durante la pandemia.
“Quizás, muchas personas piensan: ‘ya han ganado este mérito por 28 veces, lo van a seguir ganando’, pero [por] el hecho de que estuvimos en pandemia, fue un reto poder buscar actividades para los miembros, que se mantuvieran activos en la organización [y] tratar de ayudar a la comunidad… Ver que el ACS nacional reconociera todas las actividades y que nos felicitara, porque buscamos distintas maneras de nosotros poder continuar con nuestra labor como organización, fue de gran satisfacción. Fue ese momento donde todos los esfuerzos que hicimos como directiva tuvieron su paga”, destacó Cruz Berríos, mientras aclaraba que durante el comienzo de la pandemia aún no existían alternativas como la vacunación y había mucho miedo en cuanto al nuevo virus.
La ACS es una organización científica a la que pertenecen más de 150 países y que se dedica a promover la química para el mejoramiento de la sociedad.
La estudiante de quinto año en la concentración de química detalló que, entre las actividades de este año, realizaron presentaciones de “magia” en las escuelas y mesas interactivas donde las personas realizan experimentos guiados por los estudiantes de la asociación. De igual forma, la joven aseguró que aprovecharon la virtualidad para proporcionar talleres sobre crecimiento profesional, escuelas graduadas, internados de verano, creación de portafolio, cómo aplicar a la escuela de medicina, y otras conferencias dedicadas a la salud mental como manejo de estrés, meditación y aromaterapia.
Según el vicepresidente de la organización Jean Aquino Dávila, el capítulo estudiantil es una forma de compartir su pasión por la química, mientras conecta con las comunidades puertorriqueñas. De ahí, que decidiera entrar a la asociación cuando observó que el servicio a la comunidad era una de sus bases.
“Me gustó el hecho de que siendo científico y siendo parte de una comunidad que normalmente la ven como que siempre está bajo estudio, también uno podía ayudar a la comunidad en general. A la misma vez, era una forma de poder compartir el conocimiento, de poder compartir nuestra pasión por la ciencia a los demás”, recordó sobre sus motivaciones para integrarse a la organización.
El joven de 21 años aseguró que, durante el año de pandemia, la organización logró concretar más de 80 actividades entre presenciales y virtuales. Destacó como principales las actividades de recogido de artículos escolares para las personas afectadas por la serie de terremotos de 2020 ocurridos en la parte sur del país, una recolecta de regalos para Navidad, charlas con profesores y profesionales del campo, y con integrantes de la ACS que hoy son profesionales.
Cruz Berríos, por su parte, relató que durante el inicio de la pandemia, el capítulo se unió a diferentes organizaciones para entregar comida a las comunidades puertorriqueñas de manera que los integrantes conocieran de primera mano la realidad del país.
El valor de la química en la vida cotidiana
Para Aquino Dávila, la química forma parte de la vida diaria, aun cuando pase desapercibida. Desde el jabón para bañarse, el auto que se utiliza para conducir hacia el trabajo, hasta el alcohol para evitar la propagación del virus que causa el COVID-19, fueron algunos ejemplos que utilizó para ilustrar la importancia de esta ciencia en el día a día. Uno de los propósitos del capítulo es demostrar que la química puede ser muy interesante.
Desde esa misma perspectiva, Cruz Berríos aprovechó la ocasión para relatar cómo el trabajo del capítulo estudiantil ayuda a quitarle a esta ciencia la etiqueta de “difícil” y “aburrida” cuando impacta directamente a la niñez.
La joven narró que, en una ocasión, se encontraba en el antiguo Observatorio de Arecibo con las herramientas de una mesa interactiva para quien se acercara tuviera la oportunidad de realizar experimentos junto a ella sobre solubilidad, luz ultravioleta, entre otros temas.
De pronto, un niño pasó con su familia y le dijo directamente que no quería trabajar en la mesa de química porque era complicado. Entonces, la joven lo convenció de participar. Para Cruz Berríos una de sus mayores satisfacciones fue disfrutar la sorpresa del niño y de su familia cuando terminó la actividad.
“Ver la cara de asombro de la familia y del niño fue impresionante porque… al principio ellos no querían acercarse a las mesas interactivas simplemente por el hecho de saber que eran [de] química y, una vez terminaron, esas caras de asombro, el niño diciendo ‘ay, yo creo que yo quiero estudiar esto’ y los padres viendo que la química no solo era para estudiantes universitarios o personas que querían estudiar química sino que era algo tan simple que hasta ellos lo podían entender y qué les encantó”, recordó.
Aquino Dávila, por su parte, reflexionó sobre una ocasión en la que trasladaba “kits” a diferentes partes de Puerto Rico, como parte de una actividad de la organización, y llevaba consigo la camisa del capítulo estudiantil.
Entonces, un niño de entre siete y ocho años se le acercó para comentarle sobre su camisa llena de diseños de laboratorios. Acto seguido, él y sus compañeros comenzaron a hablarle sobre la Química y se dieron cuenta de que, a su corta edad, podía entender muchos de los conceptos.
“Me impresionó porque, uno, era de homeschooling, que eso quiere decir que el homeschooling, contrario a lo que mucha gente piensa, sí tiene su efecto positivo. Y dos, que ese interés por la química puede surgir desde la infancia y quizás…, si desde pequeño hay esas herramientas que puedan influir en ese interés, habrían muchos más niños interesados”, expresó.
Un capítulo lleno de oportunidades
Aquino Dávila aclaró que el capítulo estudiantil de la ACS tiene entre 300 y 350 integrantes actualmente. De igual forma, especificó que los únicos requisitos para integrarse son las ganas de ayudar a la comunidad, el pago de la membresía y la participación en tres actividades. No es necesario pertenecer a una concentración de Ciencias Naturales para participar.
Cruz Berríos, por su parte, explicó que su labor con la organización le permitió realizar un internado con la entidad sin fines de lucro Clínica Mayo y exhortó a los estudiantes interesados a unirse al capítulo.
“[El capítulo estudiantil] no solo los va a ayudar como seres humanos y los va a acercar a lo que son nuestras comunidades aledañas que más nos necesitan, sino que también les va a brindar herramientas de crecimiento profesional… Las conexiones que se hacen aquí son de gran calibre”, expresó Cruz Berríos.
Los estudiantes interesados en pertenecer al capítulo, pueden integrarse en cualquier momento del año al llenar el formulario de inscripción. También pueden visitar las páginas de Facebook e Instagram.
El premio otorgado por la ACS busca reconocer aquellas organizaciones estudiantiles, a nivel mundial, por sus esfuerzos coordinando programas y actividades. Para el año académico 2020-2021, la entidad reconoció a 49 capítulos estudiantiles como sobresalientes, siendo esta la categoría más alta.






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