La Escuela de la Sana Nutrición ABC celebra la clausura de su primera sesión de servicios en el recinto
- Fecha 22/09/2023
Brian Miranda Matta
Reportero
Oficina de Comunicaciones
Recinto de Río Piedras – UPR
Fotos por Héctor Suárez De Jesús
La Escuela de la Sana Nutrición ABC (Assessment of Body Composition) del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) celebró hoy -jueves, 21 de septiembre de 2023- la clausura de su primera sesión de servicios. La actividad exaltó el compromiso y perseverancia de 44 empleados no docentes, quienes –por ocho semanas consecutivas– completaron un programa educativo sobre nutrición y actividad física para la reducción de la obesidad y el riesgo de enfermedades crónicas.
Como parte de la actividad, la doctora Nancy J. Correa Matos –creadora e investigadora principal del proyecto– compartió a los presentes los logros y hallazgos de la iniciativa educativa. Según destacó la doctora Correa, el 75% de los participantes de la Escuela tuvieron una reducción de grasa corporal de 0.5% hasta 4% tras sus semanas de adiestramiento. Además, entre otros tantos logros, se resaltó cómo los empleados demostraron un aumento considerable en su consumo de agua y una mejoría en su preparación de meriendas saludables.
El estudio exhibió que –previo al inicio del proyecto– los empleados no docentes del campus poseían un riesgo de salud mayor a las estadísticas nacionales sobre el desarrollo de enfermedades crónicas y sobrepeso. Por tanto, iniciativas como la Escuela de la Sana Convivencia ABC son una oportunidad para promover la salud entre los miembros de la comunidad universitaria. Asimismo, a través de este proyecto, el Recinto de Río Piedras de la UPR se distingue como el único patrono en la isla que ofrece un servicio tan especializado en favor del bienestar y productividad de los empleados públicos.
Entre los servicios ofrecidos por la Escuela se destacan una serie de talleres sobre nutrición relacionados con el consumo de frutas y hortalizas, la selección adecuada de porciones de alimentos, la lectura de las etiquetas nutricionales, la importancia de la hidratación, entre otros temas. También, al inicio y cierre de las semanas de adiestramiento, se midió la composición de grasa y músculo de los participantes a través de un equipo llamado pletismógrafo –mejor conocido como Bod Pod–.
Desde la perspectiva de los empleados no docentes, la participación en la Escuela supuso una oportunidad para mejorar sus patrones alimenticios, promover su autocuidado e incentivar su colaboración con otros compañeros de trabajo. “Lo que más disfruté fue el compartir lo aprendido en el proyecto y –al obtener resultados– recibir un “feedback” súper positivo de mis compañeros de unidad, lo que me ayudó a ser persistente y sigo perseverando en lo propuesto”, aseguró Dominga Morales, participante del proyecto y secretaria administrativa en la Facultad de Ciencias Sociales.
Acorde con la vivencia del participante David Román, miembro de la Oficina del Registrador, la Escuela fungió como un espacio seguro para mejorar su alimentación y salir de una etapa de estancamiento en su peso que llevaba experimentando por cerca de seis años. “Todo lo que intentaba [para bajar de peso] resultaba infructuoso. Al comenzar [en el programa, pude] entender las porciones, los controles en los alimentos, los horarios de meriendas, las cantidades de agua necesaria… en fin qué alimentos son más nutritivos y cuáles no”, expresó Román, quien también agradeció el estilo ameno y sencillo en que se ofreció la capacitación.
“Ahora, al momento de comer o ingerir algún alimento, lo analizo y pienso si realmente vale la pena comer comida chatarra –como decimos en buen español–, y he logrado quitar de mis hábitos alimentarios muchas cosas que me apasionaban por un alimento más nutritivo y saludable”, compartió Harris Pacheco, participante del proyecto y supervisor de la Oficina de Compras y Suministros.
La rectora del recinto riopedrense, doctora Angélica Varela Llavona, asistió a la actividad y celebró junto con los empleados el éxito del proyecto. “[La Escuela] tiene un significado muy especial, no solo por las aspiraciones relacionadas con el mejoramiento de la salud y la calidad de vida, sino porque se lleva a cabo, colocando a nuestra comunidad universitaria como una prioridad. […] Empleados sanos es igual a un recinto sano. El recinto no solo es la Torre, el Teatro y las estructuras… son ustedes, nuestra comunidad universitaria”, expresó la doctora Varela, quien también distinguió el liderazgo y la valentía de los empleados que participaron en el proyecto.
Ante las palabras de la rectora, la doctora Correa Matos aprovechó la ocasión para destacar la indispensable colaboración de la doctora Olga Bernardy Aponte en la realización de la Escuela. “Agradezco a la doctora Bernardy por abrirnos las puertas para este logro que celebramos hoy”, expresó Correa, tras destacar cómo el proyecto tuvo que detenerse en varias ocasiones tras el huracán María y la pandemia. La doctora Bernardy –coordinadora del Programa de Apoyo al Empleado (PAE)– también se dirigió a los presentes y reconoció el impacto positivo que esta iniciativa ha ofrecido en el desarrollo emocional de los participantes.
Al cerrar la actividad, se distinguió la colaboración de las estudiantes Nancelys Rodríguez Oquendo y Nicole Rodríguez Trujillo, quienes fungieron como asistentes de investigación y son las únicas estudiantes en Puerto Rico con una certificación como técnicas de pletismografía. Acorde con Rodríguez Trujillo, la experiencia de apoyar a los empleados supuso una oportunidad de aprendizaje, crecimiento y empatía.
“Trabajar en esta experiencia ha sido súper gratificante, porque tenemos la oportunidad de aplicar el conocimiento que llevamos cultivando en las clases y ahora podemos simplificarlo para la comunidad; y cómo en esa intervención [con el Bod Pod] apoyamos y motivamos a los participantes para que cumplan sus metas alimentarias”, agregó Nancelys Rodrríguez, quien cursa su quinto año en el Programa de Nutrición y Dietética, adscrito a la Facultad de Ciencias Naturales.
Como parte del programa de la actividad se reconoció a la Sra. Anaisa López Cédres, decana de Administración, y al doctor Eduardo Berrios Torres, director de la oficina de Recursos Humanos, por su apoyo decidido al proyecto. La presentación artística del evento estuvo a cargo del Conjunto Criollo, que interpretó cuatro canciones y realizó una muestra de improvisación con el “pie forzado” Proyecto ABC, bajo la dirección del doctor Irvin Santiago Díaz –director de la agrupación y también del Departamento de Música–.
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