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La persistencia del papel: la relevancia de las bibliotecas en la era digital

El libro impreso, el de papel que forma el ADN de las bibliotecas físicas —las tradicionales, con muros y estantes, con ficheros e infinidad de volúmenes— no está muerto ni su existencia amenazada, certeza que alimenta la pasión con la que la doctora Nancy Abreu Báez dirige el Sistemas de Bibliotecas del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.

Así lo asevera ella en el marco de la celebración de la Semana de las Bibliotecas, que este campus dedica al Dr. Víctor Federico Torres y a quien recientemente se le confirió el grado de Profesor Emérito, el primero en este sistema de bibliotecas en más de medio siglo.

“Como bibliotecaria humanista, yo entiendo que lo que tenemos en papel, todo nuestro patrimonio cultural, nunca lo vamos a tener completamente en formato digital, porque tenemos grandes cantidades de documentos, manuscritos, cartas… Además, muchos de nuestros libros no se publican en formato electrónico todavía”, señala. Nosotros, en Puerto Rico, el asunto del mercado del libro eh, electrónico no es una realidad. Para mí, el papel está vigente y es, sin duda, ese enlace entre la modernidad y la antigüedad”.

Como parte de esa relevancia del soporte físico de la historia colectiva, la doctora Abreu Báez menciona el acervo periodístico con ejemplos como los de El Mundo, Puerto Rico Ilustrado, El Imparcial y El Nuevo Día, cuya existencia se prevé longeva al haber sido transferida a microfilm, que se considera unas de las maneras más duraderas para conservar documentos impresos.

“Las bibliotecas sirven, además, de como centros de estudio e investigación, como esos puntos de encuentro que tanto necesitan los jóvenes”, señala finalmente la doctora Abreu Báez. “Nosotros, como profesores, también tenemos que empezar a hacerles pertinentes otra vez  a los estudiantes los libros, los periódicos, las revistas. Sé que es desafiante, pero debemos hacerlo. Las bibliotecas pueden ser como puentes para ver todo lo que tenemos en las redes, pero también puede ser un buen puente para que ellos se reencuentren con el mundo físico de la palabra escrita y la imagen impresa”.

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