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Sirviendo café con amor

Por: Ana Beatriz Umpierre Rivera

¿Cuál es la clave del éxito de Pal Café? Sencillo, dos hermanos argentinos, diversión, servicio, carisma y humildad. Y no es para menos, pues diariamente, Ariel y Micaela reciben a todos sus amigos día tras día con una tacita de café y un quesito de dulce de leche, acompañados de un ‘buenas tardes linda’ y un intercambio de energías positivas.

En una aventura, que comenzó hace 15 años pero que aún continúa, estos dos hermanos argentinos llegaron a Puerto Rico atraídos por la pasión del baile. Y es que más allá de los lazos familiares, los hermanos Torres han ido encendiendo juntos las pistas de baile en el Congreso Mundial de la Salsa.

Durante el transcurso de los años, Ariel y Micaela viajaban entre Buenos Aires y Puerto Rico para tomar clases de salsa, hasta que un día no pudieron regresar. Micaela recordó que lo que los llevó a permanecer en la Isla fue “que empezamos a conocer personas muy especiales en Puerto Rico en otros trabajos, que nos hicieron descubrir nuestra visión o lo que nos gusta es el servicio”.

De manera espontánea y manejando apenas la máquina de café, comenzaron a labrarse camino para establecer su local de nombre Pal Café. A través de sugerencias de los mismos clientes, que en muy poco tiempo se convirtieron en amigos, el negocio fue tomando forma. Ambos revelaron que la clave de su éxito ha sido que fueron “clientes por muchos años” y ya conocen cómo les gustaría que le sirvieran su tacita de café.

Y no es para menos, pues si hay algo que valoran estos capitalinos argentinos es la familia. Esa visión es la que han ido incursionando en su negocio para dar un buen servicio a sus clientes.  Ariel indicó que “los tratamos de hacer sentir como familia y creamos una gran familia en verdad, o sea, ya sabemos la mayoría de los nombres de nuestros clientes. Eso hace que creemos una relación de amistad”.

Asimismo, ambos recordaron las enseñanzas de su madre y cómo a lo largo del tiempo las han ido aplicando. Y con el sentido del humor típico de Ariel, explicó que “yo creo que desde chicos siempre [siempre hemos sido] dos: bueno, que nosotros sepamos”. Micaela riendo fuertemente añadió, terminando el pensamiento de Ariel, que su madre “siempre nos inculcó ‘lo que vayan a hacer háganlo juntos, apóyense, no se peleen’”.

Ante eso Ariel sí reconoció que el trabajar juntos conlleva diferencias de opiniones y, como sucede comúnmente entre hermanos, exclamó sin pensarlo dos veces: “bueno, nos matamos [pero] así como nos matamos también nos llevamos bien”. Con esa complicidad de hermanos, Micaela soltó una fuerte carcajada validando la expresión de Ariel.

Y aunque las risas y la diversión siempre están presentes en su ambiente laboral, el servicio ocupa un lugar esencial en todos sus proyectos. Sobre esto, Micaela contó que “el café es donde podemos utilizar esto de servir desde el amor, que es nuestro lema: sirviendo con amor”.

Y además de serviciales, estos capitalinos argentinos son sumamente agradecidos con el Recinto de Río Piedras de la UPR (UPRRP), institución que les acogió para establecer sus empresas. “La UPR nos abrió una puerta mágica. El café está dentro de los predios de la UPR, así que estamos agradecidos con todo y la apoyamos cien porciento” contó Micaela con una delicada sonrisa.

Ese apoyo al recinto riopedrense lo mostraban desde la lejanía luciendo con mucha contentura y orgullo sus camisetas blancas que leían en letras rojas “UPRRP”. Esta no es la primera vez que planifican un viernes temático aludiendo al orgullo de formar parte del Primer Centro Docente del País. “Un día [dijimos] vamos a venir todos de blanco con la camisa de la IUPI” explicó Ariel, vistiendo al igual que Micaela la camiseta de la UPRRP.

Así como el recinto se ha convertido en su hogar, Plaza Universitaria ha sido un espacio para expandir sus negocios, ya que Pal Café no es su único local ubicado en este complejo.

Los empresarios también son dueños de un carrito en la Torre Sur de Plaza Universitaria llamado Los Más Panchos, donde venden Hot Dogs (conocidos como panchos en Argentina), papas y batatas asadas. Y a pesar de este logro, los hermanos Torres aún no descartan soñar en grande y tener su franquicia de Pal Café.

De igual forma, en los cinco años que lleva establecido el local, estos hermanos han hecho todo lo posible por convertirlo en un rinconcito de felicidad donde el café une a toda gama de personas, convirtiéndolos en amigos y familia y alegrándoles el día una taza de café a la vez.

Fotos y video por Gilberto David Vázquez Gómez

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