
Escritora española contrasta los destapes femeninos tras la dictadura franquista
Por: Norihelys Ramos Rodríguez
La reconocida escritora española Marta Sanz concluyó de forma magistral su ciclo de conferencias en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR-RP) con el conversatorio Memorias y Transición: El imaginario femenino en el ámbito audiovisual, que giró en torno al fenómeno cinematográfico del destape español.
Mediante la presentación de un documental, el análisis de su novela Daniela Astor y la caja negra (2013) y preguntas de discusión, Sanz detalló y explicó cómo la historia española del conservadurismo, la moral ultra católica, la represión y la dictadura de Francisco Franco afectaron positiva y negativamente la imagen del cuerpo femenino.
El documental, con una duración aproximada de 15 minutos, fue producido por el escritor y periodista español Javier Maqua, quien, según la autora, conocía de primera mano a todas las mujeres y actrices que protagonizaron el destape en España. La filmación sintetiza las imágenes de las diez cajas negras que aparecen en la novela de Sanz, con el fin de recoger los hitos femeninos y los visuales de las mujeres de la Transición (periodo donde el país comenzó a regirse democráticamente).
El destape, que es la acción y el resultado de quitarse la ropa para exhibir el cuerpo desnudo, especialmente en el mundo del espectáculo, mostró mucho más que la esencia de la piel. Para esta ensayista, cuentista y novelista, el destape fue un movimiento que erradicó las ataduras del régimen de Franco y convirtió a las mujeres en sujetos libres.
“Es como si hubiéramos salido de una nube oscura, esos 40 años de represión, de culpabilización de la sexualidad, de vergüenza por el propio cuerpo… A partir de ese momento, ¡se puede respirar! O sea las mujeres pueden enseñar libremente su cuerpo y vivir su sexualidad de manera más natural, menos traumática”, explicó Sanz.
Reconociendo que es un bagaje cultural desconocido por algunos de los presentes, la autora discutió y enlazó algunas escenas del documental con la historia de Daniela Astor para presentar las complejidades y contradicciones que promueve el desnudo del cuerpo femenino.
La primera caja negra, catalogada como “La teta intelectual”, demuestra a una de las primeras celebridades que comenzó a enseñar públicamente su cuerpo desnudo, Susana Estrada, quien recogió un premio con su seno derecho al descubierto. Ante esto, se creó el discurso de que la belleza no es la única cualidad que puede poseer una mujer. Nada limita su capacidad para aprender y convertirse en un ser integral, que razone, cuestione y tome sus propias decisiones.
Sanz explicó que antes de la muerte del general Franco, los directores de cine ya mostraban los cuerpos desnudos de las mujeres. Sin embargo, aparecían en las películas de terror, donde el cuerpo era violentado y hasta machacado; este desnudo continuaba validando la opresión y la violencia sexual.
Además, discutió la caja negra número siete con una escena sobre el aborto, que aparece en la película de Roberto Bodegas, Españolas en París. Reflexionando sobre la libertad de las mujeres y el control de su cuerpo, Sanz decidió cambiar los simbolismos y significados que posee el aborto para ellas. Así que en su novela no se presenta una perspectiva quirúrgica aterradora. Al contrario, los ‘aterradores’ son los jueces que condenan y sentencian a años de prisión a las mujeres que optan por realizarse este proceso.
Por otro lado, Sanz también destacó el hecho de que estas protagonistas de las pantallas de cine y televisión y las portadas de revistas usaban nombres artísticos. Pocas de ellas conservaban su nombre de nacimiento, observó, pues los directores o manejadores las veían como un producto que necesitaba ser totalmente atractivo para los consumidores. La autora afirmó que esta acción es apropiarse de la mujer y su identidad.
“Llega un punto en que se llaman musas, musas inspiradoras… Resulta que eso termina convirtiéndose en fetiche, en mercancía, en un producto fotografiado desde una mirada que siempre es la del hombre”, aseguró.
Según Sanz, es importante comprender que las acciones de estas mujeres en un inicio rompieron con unas estructuras muy sólidas, pero que, lamentablemente, el sistema capitalista se apropió de sus cuerpos y el movimiento femenino quedó atrapado en lo comercial.
“El fenómeno del destape se vivió con esa ilusión y lectura positiva, pero poco a poco se comienza a pervertir. Vemos la paradoja del asunto, cómo un movimiento que aparentemente empieza siendo liberador cuando no lo es, y no lo es, siendo una sociedad de mercado”, concluyó la escritora de Susana y los viejos y La lección de anatomía.
Marta Sanz ofreció tres conferencias en el Recinto de Río Piedras. A este conversatorio se suman Cultura española: Globalización, crisis y desencanto y ¿Género negro y femenino? La visita de la autora fue posible gracias a la colaboración de los departamentos de Estudios Hispánicos, Historia y Español de la Facultad de Estudios Generales, y el Programa de Estudios de la Mujer y el Género de la UPR-RP.
Al finalizar su última presentación, Sanz expresó de manera muy genuina su gratitud a la audiencia: “Ahora mi agradecimiento tiene que ver con la experiencia adquirida de estos días… Es un agradecimiento menos cortés, menos formal y mucho más verdadero”.
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