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Confinadas repudian discrimen de género     

Por Taíra M. Barreto Canals

La queja de la discriminación de género predominó durante la segunda jornada de reflexión sobre la educación universitaria en las cárceles por parte de las mujeres confinadas.  La actividad se realizó en la Facultad de Estudios Generales en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPRRP).

Las reas, que cumplen sentencia en la cárcel de mujeres en Bayamón, profundizaron acerca de sus experiencias personales y en la institución penal.  La mayoría discutieron sus puntos de vista mediante “Skype”, mientras que otras tuvieron la oportunidad de presentar frente al público en el anfiteatro.

“Las mujeres están aún marginadas, es como si nosotras no existiéramos.  Esto es un mal que el sistema quiere callar, por eso mis compañeras y yo decidimos tomar una decisión muy importante en nuestras vidas y decidimos participar de este proyecto de la Universidad de Puerto Rico”, dijo la confinada Ilka Cruz.

Asimismo, se dirigió hacia los presos varones de máxima seguridad presentes, “me alegra que hoy mis compañeros estén aquí porque nos abre las puertas también para que un futuro muy cercano mis compañeras que están allá en Bayamón, puedan exponer su reflexión aquí”.  Agregó que “ya es hora de que cambien las ideologías… ante la injusticia del sistema me he refugiado en este proyecto para calmar mis sentimientos con un lápiz o un bolígrafo”.

Las reclusas que participaron en este evento forman parte de un ambicioso proyecto piloto de educación universitaria de la UPRRP, dirigido la población penal. Esta iniciativa fue impulsada en la década de los 90 por el historiador y profesor, Fernando Picó y retomado en 2014 por la profesora de literatura Dra. Edna Benítez.  El Recinto de Río Piedras se unió a la colaboración de esfuerzos para una rehabilitación en las cárceles que logró impactar al Anexo 292, Complejo Correccional de Bayamón y posteriormente al Centro de Rehabilitación para Mujeres.

Otra de las confinadas presentes en la jornada, Verónica Jiménez, resaltó que “el problema de la desigualdad es el conflicto más grave que tiene la comunidad puertorriqueña, mientras más implantemos la educación en Puerto Rico, más pronto veremos beneficios para la sociedad y para los confinados”.

Entretanto, la rea Lilian Medina admitió que el sistema de rehabilitación tiene varias fallas y dijo que “nos han privado de actividades y proyectos educativos al contrario de los varones, por esa razón me siento más que agradecida por la oportunidad de pertenecer a este programa piloto de la UPR para las instituciones penales”.

Por su parte, el profesor Picó se mostró complacido con la actividad y con la labor que se realiza.  Exhortó a buscar aquellas personas que necesitan esta ayuda y brindarle las herramientas necesarias para aportar a la sociedad, crear un espacio y un ambiente educativo.  Así mismo opinó que “la rebeldía es chispa y este país necesita chispa”.

Durante la actividad algunos de los estudiantes voluntarios de la UPRRP, relataron sus experiencias impartiendo sus clases en la prisión.  La mayoría coincidió en que el panorama que se presenta de los presidiarios no es el correcto.

Entre los presentes en el evento se encontró el secretario de corrección, Einar Ramos López.

Fotos Taíra Barreto

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