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Celebran 80 años de historia y contribuciones en la Escuela Graduada de Administración Pública

Por Génesis Dávila Santiago
Periodista
Oficina de Comunicaciones
Recinto de Río Piedras- UPR

Fotos: Daniel A. Vidot Larriuz

La Escuela Graduada de Administración Pública (EGAP) recoge un sinnúmero de aportaciones, historia y emociones. Forma parte del edificio Carmen Rivera de Alvarado de la Facultad de Ciencias Sociales y, en su aniversario número 80, sus estudiantes y profesores la describieron como particularmente especial para sus vidas y para la sociedad puertorriqueña.

“Personalmente, me llevo grandes amistades; me llevo familia… Académicamente, me llevo todo lo que sé”, expresó, con gran emoción, Priscila I. Rodríguez Morales, quien formará parte de los graduandos de la Universidad de Puerto Rico de Río Piedras el próximo 26 de junio de 2025.

A diferencia de otras facultades y escuelas, la EGAP se fundó por iniciativa del gobierno en los años 40 para profesionalizar a sus servidores públicos. Se implementó a través de la Ley 26 de 1941 y comenzó sus funciones en 1945.

“La Escuela existe porque en su momento, en los años 40, el gobierno decidió que había una necesidad en el sector público… El entonces Colegio de Administración Pública se utilizó como un laboratorio de formación de esos empleados”, explicó el estudiante Ángel Rodríguez Ramírez, quien cursa una doble concentración en Administración Pública y Derecho.

Desde entonces, la EGAP ha sumado a su historia una serie de aportaciones que ni los estudiantes ni los profesores olvidan. “Cuando se redactó la Constitución, la Escuela participó de ese proceso también”, añadió Rodríguez Ramírez sobre el rol de la Escuela en los procesos importantes del país.

La profesora Luz Mairym López Rodríguez, destacó que, entre los años 60 y 70, la EGAP se convirtió en referente internacional para asuntos de gobierno.

“Era el referente en latinoamérica para todos los asuntos de gobierno. Venían aquí empleados públicos de diferentes países latinoamericanos a formarse en esta escuela”, detalló López Rodríguez, quien, en su momento, se graduó de la EGAP.

Ese ímpetu de aportar al quehacer educativo no se ha perdido. De acuerdo con su coordinadora, doctora Liz Ortiz Laureano, la EGAP se convirtió —en 2010— en la primera de habla hispana en ser acreditada por la National Association of Schools of Public Affairs and Administration (NASPA), logro que inspiró a otras universidades latinoamericanas a solicitar la acreditación también.

“Es una escuela muy de vanguardia que responde a los tiempos, a los contextos y que se mantiene muy actualizada en sus cursos. Porque, como conocemos y dice nuestro estudiantado, el gobierno es muy volátil, la administración pública cambia constantemente y así mismo tiene que cambiar o ajustarse la discusión en la Escuela para que sea pertinente a nuestro perfil de estudiantes”, subrayó Ortiz Laureano para luego destacar que en julio pasado la Escuela fue acreditada nuevamente por NASPA.

Además, en la reacreditación no se recibió ningún señalamiento para mejorar. “Es la primera vez que nos unimos a ese selecto grupo de universidades (sin señalamientos)”, expresó con orgullo Ortiz Laureano.

Por su parte, la rectora Angélica Varela Llavona, destacó que ​​“la Escuela Graduada de Administración Pública representa una de las contribuciones más significativas del Recinto de Río Piedras al desarrollo del país. Durante ocho décadas, ha sido un espacio de formación rigurosa, compromiso ético y servicio público, que ha forjado líderes y lideresas con vocación transformadora. Su legado vive en cada egresado que ha decidido poner sus conocimientos al servicio del bien común, y su futuro sigue siendo tan prometedor como necesario para la sociedad puertorriqueña.”

La EGAP es la única en Puerto Rico que ofrece un grado de maestría en Administración Pública. Hace dos años, fue crucial para que empleados públicos del Departamento de Educación obtuvieran una certificación de 24 créditos en Administración Pública, y 14 de ellos se graduaron de la maestría. “¿Qué ha pasado con eso? Hemos visto progresos laborales en varios de ellos gracias a la maestría”, afirmó López Rodríguez.

Actualmente, sus clases siguen siendo pertinentes para decenas de estudiantes a quienes les mueve la política pública del país. Así lo describió Nicole A. Ortiz Hernández, estudiante de segundo año de la escuela.

“A través de la Escuela yo he tenido tantas experiencias que realmente la persona que entró en agosto de 2023 ni se reconocería en el espejo (respecto) a la persona que está aquí hoy”, expresó Ortiz Hernández para luego detallar que no solo aprendió sobre cómo funcionan los procesos de gobierno en el país, sino también cómo llegar a consensos mínimos con personas que no comparten su visión.

Ahora, la administración continúa movilizándose para mantener la calidad de enseñanza. Esperan aumentar su oferta próximamente con un programa doctoral interdisciplinario en conjunto con el Departamento de Economía.

“La escuela tiene mucho para dar y creemos firmemente en que podemos seguir apoyando la formación en el servicio público y también creemos firmemente que las agencias nos pueden ayudar mucho”, puntualizó Ortiz Laureano quien espera continuar expandiendo acuerdos de colaboración con agencias de gobierno.

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